El financiamiento y la industrialización van de la mano, desde la primera Revolución Industrial a finales del siglo XVIII. A medida que se expandía se dio una explosión por la demanda de más capital, sobre todo las demandas de infraestructura de las grandes fábricas o canales y vías férreas, ya que la mayoría de las empresas industriales necesitaban fondos para comenzar con fuerza. Todo eso se sigue aplicando en la modernidad, en la economía globalizada....