Impulsar la generación de empleos formales es indispensable para erradicar la pobreza y la migración, situaciones que hace mucho tiempo han afectado gravemente al país. Para cubrir la tasa de desempleo actual y generar oportunidades para las personas que año tras año se suman a la fuerza laboral, es vital promover la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las existentes. Para iniciar, consolidarse y crecer, indudablemente las empresas necesitan capital.
En ese sentido, es importante entender que la inversión en Guatemala beneficia a todos los sectores y ayuda a crear oportunidades de empleo directo e indirecto, así como incrementar la competitividad. También favorece la infraestructura, aumenta las divisas y nos encamina hacia el crecimiento económico y desarrollo.
Guatemala ha visto en los últimos años una mejora importante en aspectos clave para la atracción de inversión, potenciando su posición geoestratégica. Como lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, este país será el hub del futuro para la inversión en Centroamérica y el Caribe.
Eventos como el Congreso Industrial, el cual realizamos anualmente en Cámara de Industria de Guatemala (CIG) con el objetivo de estimular la actividad comercial y reactivación económica del país, buscan exponer la importancia de captar inversión extranjera directa (IED).
Como sector privado hemos trabajado de la mano con las instituciones de Gobierno que fomentan la atracción de inversión a Guatemala. Bajo esa línea de acción se ha logrado dinamizar el flujo de inversiones respecto a los años anteriores, dando una señal clara de que el trabajo en equipo materializa excelentes resultados.
Guatemala es un país con enormes bondades. Según el Foro Económico Mundial (FEM), el sistema bancario de la nación es de los más sólidos del mundo e indica que la estabilidad del sistema financiero se encuentra por encima de los demás países de la región centroamericana. Por su tipo de cambio estable y tasas de inflación e interés moderadas, Guatemala se ubica en el décimo primer lugar a nivel mundial en cuanto a solidez bancaria y recibe sus mejores calificaciones en los rubros del impacto de las reglas y los impuestos sobre la IED.
Bajo este contexto, es importante que sigamos trabajando para formalizar relaciones entre distintas entidades, tanto públicas como privadas, para que la banca y la empresa estén al alcance de todas las personas, ya que resulta imposible que una camine sin la otra.
Como empresarios entendemos la importancia de contar con capital que permita la creación y despegue de nuevos proyectos. El apoyo financiero es, sin duda alguna, la llave para potencializar cualquier negocio. Continuemos sembrando buenas semillas con el propósito de cosechar fuentes de trabajo formal, pues es la forma correcta de continuar impulsando el dinamismo de la economía del país.
Por: Luis Alfonso Bosch | Presidente de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)