No es algo nuevo mencionar que la pandemia ha tenido un fuerte impacto en nuestras sociedades a nivel económico, social y cultural.
No es de extrañarse que las personas, en su papel de consumidores, también se han visto impactados en sus procesos de decisión y consumo.
El impacto ha obligado a los consumidores a buscar nuevas formas para satisfacer sus necesidades funcionales, pero también emocionales.
Varios estudios, entre ellos Global Trends 2021, han reportado fuertes cambios en el comportamiento de los consumidores, que han dado vida a nuevos servicios y han hecho a muchas marcas dar un giro para adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes. Por ejemplo:
- Consumidores en búsqueda de maximización del tiempo, esto ha provocado que varios negocios desarrollen formatos más reducidos de tiendas físicas y más accesibles a los hogares.
- Búsqueda de balance para compensar los efectos emocionales por el distanciamiento, generando cada vez más productos y servicios orientados a brindar bienestar mental.
- Cambio de espacios físicos de lugares de trabajo, repercutiendo en los hábitos de vida, alimenticios y hasta de vestimenta, lo que ha llevado a varias marcas a ofrecer servicios para apoyar la productividad, mejorar la comunicación y crear un balance de vida laboral y personal.
Estos son apenas algunos de tantos efectos que se han suscitado, sin dejar a un lado la transformación digital, que ha intervenido fuertemente en los hábitos de vida y consumo.
¿Cómo puede una marca transformarse para estar presente en la vida de los clientes en tiempos de cambio e incertidumbre?
Ya no es suficiente asegurarse en brindar productos de buena calidad y precio accesible, se debe generar una conexión emocional entre el producto y su esencia humana, convertirse en su sistema de apoyo.
Esto se logra humanizando a las marcas y para ello, se debe entender a los consumidores en lo más profundo de su ser, reconocer sus anhelos, necesidades, miedos, frustraciones y sus valores centrales. Volverse parte de ellos y si es necesario cambiar de rumbo para no perderlos.
El desafío es grande, pero si no se da el paso ahora, se estará condenado a ser parte del pasado de los consumidores.
Lucrecia de Haidacher
Directora Senior en Investigación de Consumo
Infosglobal