Si nos detenemos a reflexionar acerca de la historia de la alimentación, podremos apreciar que desde hace miles de años se han adoptado prácticas de procesamiento y conservación, como el salado, secado o ahumado de los pescados y las carnes, de las cuales nuestros pueblos todavía dan fe.
El procesamiento ha permitido eliminar o reducir microorganismos peligrosos, ha contribuido al aumento de la vida útil de los alimentos y ha mejorado el valor nutricional, adaptándose a las necesidades nutricionales y patrones de consumo, entre muchas cosas más. Si tomamos esto en consideración, podríamos concluir que sin el procesamiento, la forma en la que nos alimentamos actualmente sería muy diferente (y no necesariamente para bien).
Con una visión a futuro, debido a una serie de factores, el procesamiento será aún más crucial para el suministro de alimentos y bebidas, entre otros:
- Cambio climático. Debido a sus efectos sobre la producción agrícola, el cambio climático representa una amenaza importante para la seguridad alimentaria. El procesamiento puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos y aumentar la disponibilidad de los mismos.
- Demanda creciente. A medida que la población mundial aumenta, también lo hará la demanda de alimentos. Para que esta demanda sea suplida y para garantizar que todos tengan acceso a los mismos, el procesamiento de alimentos es necesario.
- Desarrollo de nuevos productos. El procesamiento es fundamental para el desarrollo de nuevos productos a partir de fuentes de alimentos no tradicionales, como las proteínas que se encuentran en insectos o plantas. Aunque suene extraño, nuestra región no se encuentra lejana a iniciar conversaciones en torno a este tema.
- Cambio en las necesidades nutricionales. El procesamiento puede ayudar a satisfacer las necesidades nutricionales de la población. En el caso de las poblaciones más vulnerables, la fortificación de alimentos puede ayudar a mitigar deficiencias específicas.
El procesamiento puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos y aumentar la disponibilidad de los mismos”.
En resumen, el cambio climático, la evolución de los requerimientos nutricionales, el desarrollo de nuevos alimentos, la creciente demanda y población mundial contribuyen a la necesidad del procesamiento de alimentos y bebidas para la alimentación del futuro. Incluso en circunstancias difíciles, el procesamiento puede ayudar a garantizar que todos tengan acceso a alimentos y bebidas inocuos y nutritivos.
Por: Julio César Orozco | Director Ejecutivo de la Gremial de Alimentos y Bebidas (GREMAB)