El bienestar más allá de la salud y seguridad ocupacional

El tema de salud y seguridad ocupacional, antes del 2020, era una estrategia dentro de la industria para evitar accidentes laborales, tomando en cuenta estadísticas como las de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que indican que hay más de 2,78 millones de muertes laborales por año. Este concepto de prevención fue cambiando con los años, según las diferentes necesidades que se fueron dando en el campo laboral. Fue así como muchas empresas empezaron a integrar la salud ocupacional dentro de la prevención, con el enfoque de mitigar accidentes y enfermedades profesionales en los trabajadores, dando paso a diferentes disciplinas dentro de los sistemas de gestión de salud y seguridad ocupacional.

En el 2020 el mundo se transformó, lo que provocó en la industria un cambio radical que obligó a las empresas a innovar y migrar a nuevas formas de trabajar bajo el marco de pandemia ocasionada por el COVID-19. Un estudio realizado por la OIT durante el 2020 y 2021, determinó que los peligros psicosociales y ergonómicos son los dos peligros más altos a nivel mundial, detectando que los trabajadores empezaron a manejar niveles altos de estrés por lo sucedido en el mundo, y al tener que adaptarse a nuevas formas de trabajar como el teletrabajo, muchos empezaron a tener consecuencias ergonómicas como trastornos musculoesqueléticos y/o estrés. Esto nos muestra que los diferentes profesionales que asesoran o implementan sistemas de gestión de salud y seguridad ocupacional en la industria deben fortalecer sus sistemas de gestión, integrando el bienestar integral como una meta a desarrollar en sus empresas.

El bienestar integral busca la estabilidad entre cuatro ejes que en la actualidad son más valorados y requeridos por las empresas y trabajadores. El bienestar emocional es uno de los retos grandes que tiene toda empresa actualmente, ya que los trabajadores están buscando empresas más empáticas en las que puedan complementar su proceso de manejo de emociones: la tristeza, la incertidumbre y el miedo, entre otras cosas que afectan sus emociones.

El bienestar emocional es uno de los retos grandes que tiene toda empresa actualmente”.

La industria está migrando a tener estrategias que apoyen la salud mental de sus trabajadores. Según un estudio realizado por Oracle y Workplace Intelligence, en 11 países, el 78% de los trabajadores afirma haber empeorado su salud mental durante la pandemia, lo cual se refleja en el diagnóstico wellbeing 2021-2022, a través del cual se identificó que el 96% de las empresas, durante los siguientes tres años, estarán dando prioridad a desarrollar estrategias con enfoque al bienestar emocional.

Asimismo, el bienestar físico es uno de los ejes que antes del 2020 se estaba desarrollando en la industria y en su campo laboral. Después de la pandemia, las estadísticas muestran que sigue siendo una necesidad con un grado mayor de demanda en el mercado, pues muchas empresas migraron al teletrabajo y se empezó a vivir una vida más sedentaria que en años anteriores, identificando que la gestión eficaz de los riesgos a la salud de la población y a las enfermedades crónicas de toda la población activa de las empresas, es una necesidad. El bienestar físico pasó de ser un estilo de vida a una necesidad tangible, ya que la pandemia nos enseñó que sin la salud no podemos hacer nada.

El bienestar social y económico, más que requisitos son dos ejes complementarios del bienestar integral que dan como resultado programas de educación financiera y campañas que promueven el buen uso de los bienes tangibles. El eje más importante actualmente es el bienestar social, pues hoy el trabajador valora más el tiempo para relacionarse con familia, amigos y colegas, por lo que se generan iniciativas en las empresas que velen por el bienestar integral y, en conjunto con sus estrategias comerciales, se obtengan empresas sostenibles en el tiempo.

El bienestar social y económico, más que requisitos son dos ejes complementarios del bienestar integral”.

La salud y seguridad en el trabajo debe entenderse en un contexto integrado con todos los procesos corporativos. En los últimos dos años se ha evidenciado más que nunca la necesidad de tener un sistema de gestión de salud y seguridad ocupacional que desarrolle las estrategias para un equilibrio entre el trabajo y la vida, comprendiendo que lo más importante es identificar los riesgos en conjunto con las necesidades de los trabajadores, partiendo de la base de que no existe un control de riesgos o una solución única para todos.

Por: Mgtr. Andrea Ulín Mansilla | Especialista en salud y seguridad ocupacional y en bienestar integral

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