Mario García Lara, exvicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat), también adversa la emisión más deuda para cancelar supuestos compromisos por obras ya ejecutadas.
Para empezar, señala que “la forma en que se originó la deuda flotante es incorrecta pues se violó la Ley; no se pueden construir obras de palabra”, expresa. Pero suponiendo que esos compromisos fueron contraídos en casos extremos que pudieron ser por emergencias, habría que reconocerla y reformar la Ley de Compras y
Contrataciones para evitar que estos casos se repitan. Pero antes de reconocerla, García Lara sugiere que la Contraloría General de Cuentas haga una exhaustiva fiscalización y que certifique que efectivamente esas obras se construyeron. “Esto tiene que hacerse mediante una auditoría formal, no con un muestreo como ha dicho el Presidente de la República”, agrega. Paralelamente también tendría que deducirse responsabilidades penales a quienes violaron las normas presupuestarias, precisa el profesional.
Finalmente, sostiene que, si finalmente el Estado aprueba el pago de la deuda, debe buscar fuentes sanas de financiamiento, no contrayendo más deuda con bonos. Además, sugiere que se programen los desembolsos en varios ejercicios fiscales, no en un año.