Progreso: una cultura de cumplimiento

Industria&Negociosdiciembre 2022

El Código de Valores, Ética y Conducta (COVEC) de Progreso contiene los valores que inspiraron a su fundador, los cuales han construido el éxito de sus diferentes empresas y han sido una guía de comportamiento para los colaboradores, ya que constituye el principal punto de referencia para el trabajo cotidiano.

A través del COVEC, el cual está sustentado en principios sostenibles, Progreso fomenta a sus colaboradores a vivir los valores que los hacen mejores personas y profesionales en los ambientes en los que se desarrollan. Los cuatro valores que están cimentados en la cultura Progreso son el comportamiento ético, el liderazgo genuino, la solidaridad y el compromiso con la sostenibilidad.

Cada uno de ellos contempla un campo de aplicación en concreto dentro de la organización y promueve una serie de políticas o prácticas que guían un buen actuar con principios como tratamiento de información confidencial, prácticas anticorrupción, conflictos de intereses, veracidad en registros e información, y prohibiciones, como el acoso sexual o el trabajo infantil, entre otras.

Asimismo, se cuenta con el manual de políticas y procedimientos del COVEC y el manual del sistema de gestión de cumplimiento, en donde se contemplan los pasos a seguir para las políticas plasmadas dentro de dicho código, como una guía de orientación para todos los colaboradores.

“En Progreso, los valores los vivimos, modelamos y promovemos con capacitaciones y programas de reconocimiento y de fortalecimiento de los procesos, buscando siempre la sostenibilidad de la empresa en donde la forma de cumplir las metas y objetivos debe estar basada en el cumplimiento de los mismos, buscando la excelencia y creando procesos robustos, donde resaltamos evitar cualquier acto de corrupción”, indica Christie Ippish, Oficial de Ética y Cumplimiento Corporativo de Progreso.

En Progreso, los valores los vivimos, modelamos y promovemos”.

Implementar un programa de cumplimiento conlleva retos, como establecer los procesos de control, administración y comunicación de valores, así como hacerlo parte del ADN de Progreso y de la cultura basada en valores. También formar la estructura administrativa de la unidad de cumplimiento y que todos los colaboradores notaran su importancia para hacerla crecer.

Ippish asegura que su responsabilidad como Oficial de Ética y Cumplimiento Corporativo es ser el gate keeper o la portera del cuidado del mismo, y crear estructuras confiables donde se garantice la confidencialidad y los mecanismos necesarios para su cumplimiento.

“Contar con programas robustos de cumplimiento que incorporen procesos sólidos que fomenten el buen actuar y el no tolerar la corrupción es una ventaja competitiva. Lo más importante de tenerlos es comunicarlos, capacitar a los colaboradores de la organización y hacerlos partícipes de esa no tolerancia y lucha contra ese flagelo al que nos enfrentamos día a día”, agrega Ippish.

Una corporación que vive sus valores

En el sistema de gestión de cumplimiento se deben incluir controles en los procesos internos, establecer políticas y procedimientos claros, así como tener una estructura de cumplimiento robusta y bien establecida. Con miras a la estandarización de procesos y al control y mitigación de los riesgos de soborno que puedan existir en distintas operaciones, la Oficina de Cumplimiento ha diseñado un sistema de gestión antisoborno en base a la norma internacional ISO 37001:2016, dentro de la cual se han diseñado y definido los procesos necesarios para cumplir con el estándar.

Asimismo, durante el 2021 y 2022, la Oficina de Cumplimiento ha realizado una actualización de las políticas y procedimientos de este sistema de gestión, manteniendo así los procesos requeridos a las necesidades identificadas.

Nos enfocamos en concientizar la lucha contra la corrupción, en ser portavoces del cambio y transformadores”.

Por otro lado, a inicios del 2022, la organización se sometió a una auditoría externa de mantenimiento de certificación, relacionada al cumplimiento del estándar ISO 37001, Sistemas de Gestión Antisoborno. Se realizaron evaluaciones de verificación a lo largo de las diferentes áreas, en donde gerentes de las distintas unidades atendieron entrevistas y demostraron documentación alineada a la conformidad frente a los requisitos y criterios solicitados por la norma. Al finalizar el proceso, obtuvieron la certificación de manera satisfactoria, la cual brinda un gran reconocimiento hacia la cultura de la organización y la vivencia de los valores por parte de los colaboradores, y suma a la buena reputación sobre cómo se gestiona la ética dentro y fuera de la empresa.

Del mismo modo, durante el 2022, ejecutaron las revisiones necesarias para cumplir con el plan de integración de las unidades de negocio definidas al alcance del sistema de gestión para que fueran certificadas bajo este estándar. Lo anterior requirió del compromiso del órgano de gobierno, de la alta gerencia y de los colaboradores, ya que se necesitó incorporar los controles, políticas y procedimientos, la formación de los colaboradores de la norma y de los auditores especializados en la norma, y unirlo al día a día.

“Nos enfocamos en concientizar la lucha contra la corrupción, en ser portavoces del cambio y transformadores, y en motivar a los demás a no caer en actos corruptos”, concluye Ippish.

Por: María Fernanda Roca | Coordinadora de Contenido Editorial de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

Cámara de Industria de Guatemala
Ruta 6, 9-21 Zona 4, Nivel 12
PBX: (502) 2380-9000
Correo electrónico: [email protected]

facebook linkedin