Aunque existen algunas diferencias en la medición del estilo de vida, la actividad física es un factor indispensable dentro de ese constructo. Al aumentar el nivel de actividad física de la población, se brinda la contribución a la sostenibilidad social. El marketing se puede considerar como una forma de promover el cambio de comportamiento, incluido el aumento del nivel de actividad física.
La inactividad física es uno de los mayores problemas mundiales para la salud pública, alcanzando la magnitud de una pandemia[1]. Así, según los resultados de la Encuesta Mundial de Salud a Escolares de 2015, el 31.06% de niños de 11 a 17 años no realiza actividad física. The Lancet Child & Adolescent Health reportó en 2019 que el 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en sus Directrices sobre Actividad Física y Hábitos Saludables, reportó que el 27.5% de los adultos tienen un nivel insuficiente de actividad física, lo anterior sin tomar en consideración el impacto de la pandemia. La inactivida física no solo es una de las principales causas de numerosas enfermedades, sino que también puede influir en el aumento de los costes sanitarios, el desempleo, el ausentismo y la jubilación por discapacidad[2].
El marketing se puede considerar como una forma de promover el cambio de comportamiento, incluido el aumento del nivel de actividad física”.
Una intervención importante es aumentar el enfoque de la población en la salud, por medio de estrategias de marketing, programas e iniciativas que reposicionen la actividad física como un pilar fundamental de un estilo de vida saludable. Un ejemplo de ello es el programa BIEN-ESTAR de la Gremial de Alimentos y Bebidas (GREMAB), que resalta, entre otros temas, la necesidad de sumar este pilar a las actividades diarias, con la finalidad de aprovechar mejor los nutrientes y la energía proveniente de los alimentos, su rol en la prevención de enfermedades, en la mejora de la condición física, el alcance de un peso saludable y no menos importante, y obtener los múltiples beneficios que realizar actividad física supone para la salud mental y emocional.
Si bien, la adopción de hábitos y estilos de vida saludables no es una responsabilidad exclusiva de la disciplina del marketing, es necesario reconocer el rol que juega en el marco de estrategias e intervenciones integrales, basadas en evidencia científica robusta y formuladas por múltiples actores que trabajen en armonía con un mismo fin.
Por: Julio César Orozco | Director Ejecutivo de la Gremial de Alimentos y Bebidas (GREMAB)
[1] Kohl, H.W.; Craig, C.L.; Lambert, E.V.; Inoue, S.; Alkandari, J.R.; Leetongin, G.; Kahlmeier, S. The pandemic of physical inactivity: Global action for public health. Lancet 2012, 380, 294–305.
[2] Radic ́, I. Gojaznost i Fizicˇka Neaktivnost kao Javnozdravstveni Problemi Odraslog Stanovništva Vojvodine (Obesity and Physical Inactivity as Public Health Problems of the Adult Population of Vojvodina). Ph.D. Thesis, University of Novi Sad, Novi Sad, Serbia, 28 October 2016.