Impacto inflacionario en el retail

Ante una demanda elevada en 2021, derivada del efecto rebote postpandemia, las cadenas de suministros se sobrecargaron. La guerra en Ucrania y las inflaciones récord en Estados Unidos y el mundo, crearon desbalances en la oferta y demanda de bienes, desestabilizando por completo los precios. Considerando la situación mundial actual, los retailers buscan maneras de innovar y atraer nueva clientela.

Se ha registrado una baja en el consumo total de varios sectores. Sin embargo, esos mismos sectores han registrado crecimiento constante debido a los precios elevados. Entonces, los consumidores obtienen menos por su dinero. ¿Cómo los retailers pueden lidiar con esta disrupción de comportamiento y atraer de regreso a su clientela y al mismo tiempo seguir complaciendo a su mercado actual?

Enfocarse en las acciones que los grandes conglomerados toman en este tipo de situaciones, funciona como una guía para resolver problemas de categoría. Además de analizar las soluciones de los grandes retailers, se debe poner especial atención a lo que los competidores clave están haciendo.

Asimismo, crear un plan de comunicación efectiva con los clientes es una de las piezas más importantes para salir victorioso de una crisis. Una estrategia muy agresiva e indiferente puede ser tomada de una manera negativa por los consumidores. Es por ello que se debe buscar un balance en el anuncio de los cursos de acción positivos y negativos, facilitándole el proceso de adaptación a los cambios presentes.

Poseer un sistema completo y ordenado de datos sobre los consumidores puede ser la diferencia entre perderse en la multitud o sobresalir”.

En esta misma línea, se debe confiar en la data, la cual, en los últimos años, ha sido la columna vertebral de las empresas. Poseer un sistema completo y ordenado de datos sobre los consumidores puede ser la diferencia entre perderse en la multitud o sobresalir. Es por ello que en tiempos inciertos la data es el mejor aliado. Teniendo la información correcta de los patrones de consumo por categoría, estacionalidad y producto de los clientes, se pueden demostrar comportamientos importantes que nos dan la inteligencia para mejorar o renovar las estrategias de precios y distribución.

Por otra parte, es posible ofrecerles servicios nuevos como parte de la compra. Ciertos consumidores son menos afectados por los efectos inflacionarios, es por ello que ofrecer servicios extra como parte de su compra a este nicho de consumidores puede aliviar los efectos negativos en el consumo del grupo más afectado.

También, es necesario enfocarse en estrategias dirigidas a los clientes, ya que las preferencias de los consumidores se vuelven volátiles en tiempos de inflación: se redirigen hacia el precio más que la marca, lo cual aleja a los clientes más leales. Al revisitar el plan actual de la empresa y redirigirlo hacia el cumplimiento de las expectativas y deseos de sus clientes, se vuelve posible un alza en la fidelidad de los consumidores.

Por otro lado, mejorar la relación y comunicación con los distribuidores para juntos tomar decisiones sobre cómo rediseñar las rutas de distribución y mejorar los tiempos de entrega, es vital para tener sinergia entre todos los sectores.

Las empresas que logran superarse y destacar durante tiempos de crisis tienden a tener mayor éxito en los siguientes años”.

Ahora bien, en el área logística, la redirección o reinvención de las rutas de distribución para reducir costos y tiempos de entrega, puede dar una ventaja importante en un mercado, especialmente en cuanto a la competencia por la obtención de precios más bajos, manteniendo su misma calidad. Esto se puede lograr reposicionando puestos de distribución clave a nivel nacional e instalando nuevos en rutas importantes que antes no se usaban. Este factor brinda la oportunidad de prestar servicios de distribución a terceros para mitigar los costos subyacentes.

Igualmente, se debe implementar un rediseño de las operaciones de la empresa. Una mayor productividad se transfiere a menos costos y, por consiguiente, subidas de precio menos bruscas, reteniendo la clientela actual.

De la misma manera, es posible discriminar precios según sector. Contrario a la resupuesta común, que es un aumento generalizado de precios a lo largo de todos los productos y categorías, una solución más estratégica puede consistir en disipar estos aumentos en los sectores menos sensibles, manteniendo la clientela intacta en las categorías con menor elasticidad.

Las empresas que logran superarse y destacar durante tiempos de crisis tienden a tener mayor éxito en los siguientes años. Combinando una buena estrategia de pricing y una comunicación efectiva con los clientes, se puede convertir un momento de crisis e incertidumbre en una oportunidad de tomar ventaja y posicionarse en el mercado.

Por: Christian Schieber | Analista económico de la Dirección de Análisis Estratégico (DAE) de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)

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