La industria alimentaria es una de las más pujantes de los últimos años en Guatemala, incidiendo directamente en la generación de empleo, liderando las exportaciones y aportando de forma positiva en la matriz productiva nacional. Para el 2019, dicha industria aportó más del 16% al Producto Interno Bruto (PIB). Es necesario resaltar que se excluye la actividad agrícola en el marco de este artículo.
El Banco de Guatemala (Banguat) identifica 16 subcategorías alimenticias en la matriz de sectores exportadores e importadores. La sumatoria de las actividades comerciales de estas categorías nos da una idea sobre el comportamiento de todo el sector alimentario. De tal cuenta, la actividad exportadora del 2021 del sector de alimentos y bebidas acumuló más de US$ 2,870 millones en exportaciones, superando los US$ 1,933 millones acumulados por el sector de vestuario y textiles.
Las exportaciones manufactureras de alimentos han crecido sostenidamente, de un consolidado de US$ 324 millones en 1994 a US$ 2,870 millones al cierre del 2021. Es decir, la actividad exportadora del sector creció siete veces su representatividad en 27 años. En ese período de tiempo, las subcategorías que se destacaron fueron las grasas y aceites comestibles, salsas y condimentos, bebidas, leche y productos lácteos, y preparados de frutas y vegetales, entre otros. En la siguiente gráfica se logra apreciar como destacan las industrias mencionadas y la tendencia en el crecimiento, a excepción del azúcar que puede fluctuar por los precios internacionales y/o crecimiento en la demanda interna.
Gracias al crecimiento y consolidación de las actividades de estas industrias, hasta el 2019 el ecosistema alimentario aportó más de 400 mil empleos, directos e indirectos, que generaron un ingreso ligeramente superior a los dos mil quinientos millones de dólares (alrededor de Q19 mil 400 millones). Lo anterior demuestra que el sector de alimentos y bebidas fomenta el dinamismo económico de Guatemala, empleando a una gran cantidad de ciudadanos que, a su vez, cuentan con recursos para gastar en bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades. Tal es el impacto sectorial que lo devengado en salarios durante el 2019 representó casi el 6% del total de salarios pagados por toda la economía en el período mencionado.
Guatemala ha sido el país idóneo para la producción de alimentos y bebidas gracias a distintas ventajas competitivas:
- Competitividad del sector: Posibilidad de proveer a Centroamérica, el Caribe, Estados Unidos, México y demás mercados de interés gracias a la posición geográfica, a la estabilidad macroeconómica del país y a los incentivos fiscales para la exportación.
- Insumos y naturalidad de los mismos: Disponibilidad de proveeduría nacional de principales insumos y materia prima. La mayoría de la proveeduría internacional goza de beneficios arancelarios gracias a los acuerdos comerciales vigentes.
- Industria sólida y con representación a nivel gremial: Sector sólido con crecimiento a largo plazo, bien organizado y con representación de gremiales y cámaras. Destaca la representatividad de la Gremial de Alimentos y Bebidas (GREMAB), adscrita a Cámara de Industria de Guatemala (CIG).
- Amplia gama de proveedores disponibles para la industria: La variedad de proveedores de bienes y servicios hace que el sector sea competitivo, ya que fomenta la libre competencia y motiva a los productores a dar productos de alta calidad.
Por: Walter Bran | Coordinador de Inteligencia Comercial del Área de Competitividad de CIG