El mundo atraviesa un shock de oferta en varios productos, pero especialmente en los mercados alimenticios. Aunque la inflación ya venía subiendo a nivel mundial debido a las políticas monetarias laxas aplicadas en EE. UU. y otras economías avanzadas, la guerra en Ucrania vino a empeorar el problema.
Juntos, Rusia y Ucrania, “La Canasta de pan de Europa”, producen casi un cuarto del trigo mundial. Una crisis de oferta por parte de cualquiera de estos dos puede causar grandes desbalances en todo el mundo, además de modificar las cadenas de suministro actuales.
Derivado del conflicto ruso-ucraniano, la oferta y los precios de varios productos se han visto afectados. Sin embargo, la inflación no se debe a la crisis en Ucrania, sino a las políticas monetarias laxas aplicadas en las economías avanzadas. Desde enero de 2021 ya se podía ver una tendencia al alza en varios mercados, sobre todo en el de alimentos. El índice de alimentos de la FAO creció 20.7% comparado con hace un año. En Sudamérica se había visto un incremento generalizado en el precio de los granos desde 2020. La inflación al consumidor y al productor venía aumentando en niveles históricos en EE. UU. y Europa antes de la guerra en Ucrania. Es este efecto inflacionario que fue causado por la expansión monetaria.
La guerra está impactando a sectores fundamentales para la economía mundial, especialmente la energía y productos agrícolas. Se espera un creciente impacto en precios de alimentos, combustibles y transporte. La guerra ha provocado crisis de shocks de oferta que empeoran la inflación, los cuales son temporales y de incierta duración, por lo se prevé que no se espera que provoquen una espiral hiperinflacionaria.
El mundo atraviesa un shock de oferta en varios productos, pero especialmente en los mercados alimenticios”.
No obstante, ya se pueden ver los efectos inmediatos de la guerra en Ucrania en los mercados alrededor del mundo. Ha subido el precio del trigo un 2.1%, causando preocupaciones sobre la producción total de trigo para 2022, de la cual Rusia y Ucrania representan aproximadamente el 30%. Se espera que la producción de trigo aumente en China y Suramérica, lo cual aliviaría la crisis en Asia y América. Los futuros del trigo en Kansas City, EE. UU. llegaron a su punto más alto de los últimos 14 años.
Se disparan los precios de productos clave en Guatemala. El maíz amarillo de primera (Q180/q) y de segunda (Q170/q), subió 13% desde diciembre de 2021; el maíz blanco de primera (Q200) y de segunda (Q190), subió 25% desde diciembre de 2021; el gas propano nacional (Q142/25 libras), subió 43% desde enero de 2021; el precio mundial del gas natural ($4.93/mm Btu), subió 10% en el último mes y 90% en un año.
Otro producto al que se le tiene que poner atención es el aceite vegetal y de palma. El precio del aceite vegetal se ha disparado en los últimos meses (+30%) por los desastres naturales que han afectado a algunos de los productores más grandes del mundo. Este es el caso de Malasia, que al haber tenido un tifón en diciembre de 2021, que destruyó gran parte de las plantaciones de palma, disminuyó su oferta, por lo que los precios han subido recientemente. Países como Brasil y Argentina también han tenido escasez de producción de soja, siendo Brasil el mayor exportador de este producto en el mundo, exportando más del 50% mundial.
Si el mundo ya estaba sufriendo escasez de oferta de alimentos y subidas de precios fuera de lo normal, el conflicto de Rusia y Ucrania definitivamente empeora la situación. A pesar de esto, se espera que, por las condiciones actuales de clima, ciertos productos regresen a su oferta y precio normal, y que varios países empiecen a producir más cantidad de productos en demanda regresando así los precios a un equilibrio.
Por: Christian Schieber | Analista económico de la Dirección de Análisis Estratégico de CIG