A casi dos años de haber cambiado la dinámica laboral a causa de la pandemia, la gestión de salud y seguridad ocupacional (SSO) se ha convertido en un requisito sine qua non en toda organización para garantizar espacios seguros. El COVID -19 es un riesgo biológico latente en todo lugar de trabajo que puede afectar de manera significativa la productividad de la empresa si no se estructuran medidas y protocolos que coadyuven a neutralizarlo. El desafío sigue vigente y el retorno a los trabajos con una ocupación mayor a lo permitido en los últimos años, en virtud a la alerta sanitaria del país, debe darse mediante una planeación diligente y eficaz, que a su vez implicará el compromiso y liderazgo de las partes vinculantes.
Si tomamos como referencia el Ciclo Deming, adoptado por la Norma ISO 45001, el primer paso para implementar un sistema de gestión es planear. Esto es importante porque nos permite adelantarnos a las situaciones que pueden afectar las actividades de la empresa y mitigarlas de forma temprana mediante controles efectivos. La gestión no solo aborda la administración de riesgos técnicos inminentes a las actividades laborales, sino también riesgos legales que deben conocerse para estar en cumplimiento con la legislación. Pero, para que una planificación sea sólida y eficaz, es indispensable primero conocer el estado actual de la empresa, llevando a cabo una revisión exhaustiva de las condiciones y requisitos legales aplicables según su giro.
El COVID -19 es un riesgo biológico latente en todo lugar de trabajo que puede afectar de manera significativa la productividad de la empresa si no se estructuran medidas y protocolos que coadyuven a neutralizarlo”.
Acá cinco pasos clave para su planificación:
- Diagnóstico técnico y legal: realizar un análisis de la normativa legal aplicable, así como de los procesos y recursos para valorar su desempeño y cumplimiento. Con ello obtendrá una radiografía general de su empresa en materia de SSO y servirá como punto de partida para la planificación.
- Identificación de peligros y riesgos: estudiar los perfiles de los puestos de trabajo para administración y control de sus riesgos.
- Implementación de medidas de control: determinar e implementar las medidas aptas para cada riesgo y procurar su ejecución.
- Formación: adiestrar a los trabajadores sobre los riesgos y medidas para la prevención.
- Evaluaciones periódicas: medir los resultados de lo planeado para garantizar la mejora continua.
Por: Itzsell Guerra | A&G Abogados y Gremial de Seguridad y Salud Ocupacional