El desarrollo de una empresa no sucede aisladamente, se cimenta sobre estrategias y acciones internas y en sólidas relaciones con otros públicos externos de interés, siendo los proveedores y clientes los más indispensables.
El concepto de cadena de valor fue introducido en 1985 por Michael E. Porter, quien analizó cómo una empresa se compone de actividades estratégicas que suman valor al cliente y la interacción orquestada entre ellas que genera ventajas competitivas. El término se extendió a cadena de valor de una industria para referirse a la suma de actores que permite entregar un producto o servicio al cliente final.
Actualmente las empresas han tomado conciencia sobre la importancia de gestionar las relaciones con los actores en su cadena de valor. De ahí surge el término de empresa extendida para referirse a las que gestionan las comunicaciones con los demás componentes de su industria (proveedores y clientes), entendiendo que los cambios que les afecten, ya sean positivos o negativos, tienen impacto en ellas.
Parece poco común y un tanto descabellado invertir tiempo y recursos en fortalecer entes externos a la propia organización. Sin embargo, existen muchos casos de éxito que respaldan las ventajas de implementar acciones para impulsar la mejora hacia atrás y hacia adelante en la cadena de valor.
Con proveedores considera la frase de Benjamin Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”. Aprovecha el conocimiento que posee tu empresa, genera lineamientos, guías o parámetros de cómo deseas que respondan tus proveedores e involúcralos en un proceso para enseñarles a hacerlo. El apoyo que les brindes para mejorar sus procesos o comprender las necesidades que tienes como cliente se verá reflejado en menores costos por retornos o fallas, tiempos más eficientes e insumos de mejor calidad.
Con tus clientes la premisa es más sencilla: si crecen, tu empresa también lo hará, especialmente cuando es una MIPYME o un emprendedor. Al proveerles herramientas para optimizar su gestión empresarial o sus estrategias de atracción de clientes le generas oportunidades de crecimiento, por lo que necesitará más insumos de tu parte. Un mínimo crecimiento en ventas puede ser un aumento significativo para tu empresa.
El desarrollo empresarial, por tanto, está definido no solo por las acciones internas que implementes, sino por las acciones de los públicos externos. Si tu organización tiene como objetivo vender más o producir mejor, una estrategia de gestión de empresa extendida puede generar cambios en los clientes y proveedores, brindando resultados positivos inesperados para tu empresa.
En Cámara de Industria de Guatemala (CIG) brindamos soluciones para ayudarte a alinear tus objetivos empresariales con estrategias dirigidas a fortalecer a tus proveedores y clientes que te permitirán alcanzarlos de forma integral.
Por: Lesly Estrada
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