Cultura financiera, su relación con la educación y empresa

No solamente se trata de educación aprendida en las aulas, también abarca otros contextos, como el familiar y el laboral.

Fernando Basterrechea / Presidente GCF Leasing
Miembro de Junta Directiva Gremial de Leasing CIG
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El endeudamiento va relacionado con deficiencias más allá de la falta de disposición del sistema educativo; su principal causa es la falta de cultura transmitida en el seno familiar. La cultura de subsistencia o supervivencia, como es conocida en los países latinos, se basa en la visión del futuro más inmediato, sin reparar en los acontecimientos que van más allá de ese período de tiempo. La falta de previsión y planificación a un futuro a corto, medio, y por descontado, a largo plazo, provoca deficiencias enormes que se van arrastrando hasta la edad adulta y que repercuten seriamente en problemas de deuda.

El sistema, a través de sus muchas vías (educación, religión, familia, tradiciones, entre otras) ha creado a personas conformistas con la realidad que se han encontrado y el contexto en que han nacido. Desde el Gobierno, las empresas, escuelas, y en el peor caso, las familias, no se han fomentado aptitudes como la ambición, la tenacidad, la constancia, el esfuerzo y el estudio. Dichas aptitudes son imprescindibles para conseguir personas emprendedoras, dispuestas a aportar un valor agregado a la sociedad guatemalteca y que no se resistan a que su existencia pase desapercibida para el conjunto global.

Las deficiencias que deben tratarse con profundidad las encontramos bajo un solo ámbito: el cultural. La cultura o la falta de ella, la predisposición de la persona, junto con sus aptitudes, son los pilares en los que la sociedad se basa para ubicarlo socialmente.

La solución recae en una sola alternativa: la educación. No solamente se trata de educación aprendida en las aulas, no importando si es a nivel primario o universitario, sino que también abarca otros contextos, como el familiar y el laboral.

Formar a los empleados en la correcta administración de sus propios bienes, fomentar una mayor responsabilidad y autoridad sobre las propias posesiones, así como promover el sentido del valor de las cosas propias y de las ajenas. Asimismo, formar a los estudiantes de cualquier edad, facilita el nacimiento de una nueva generación de familias, autoadministradas, suficientes e independientes.

Formar a los hijos, crea y estrecha vínculos en el seno familiar, al darles un sentido de responsabilidad e independencia dentro de la unidad. Los padres deben procurar hacer de sus hijos, personas independientes intelectual y financieramente, con recursos propios, nacidos de sus habilidades aprehendidas, que se desarrollan e incrementan a lo largo de su crecimiento.

Definitivamente, lo que se propone es una reestructuración en profundidad de todas las vertientes que conforman el sistema cultural de la sociedad guatemalteca, a fin de generar en un futuro no muy lejano, personas capaces e independientes que aporten valor agregado a la sociedad a la que pertenecen.

El desarrollo y la mejora de la educación y la cultura de la población promueven el desarrollo del propio país. Cualquier contribución, por pequeña que sea, influenciará de forma decisiva en las futuras generaciones.

La implementación de cursos para la población infantil y adulta es una de las primeras pautas para iniciar el programa de erradicación de ese hábito de supervivencia tan nocivo y de corto plazo en nuestra cultura. Esta es una visión de país a largo plazo.

Cultivar la educación financiera de los niños guatemaltecos, a través de cursos y mejoras en el sistema educativo, evitará la repetición de patrones de consumo dañinos que están en uso actualmente, así como fomentar la creación de nuevos hábitos que reducirán la deuda de las personas particulares y del conjunto de la unidad familiar. Este nuevo comportamiento se verá reflejado en una generación más productiva, eficiente, competente y con más y mejores aptitudes, que sin duda reportarán mayores beneficios al sector empresarial, y, por ende, a la economía de Guatemala.

En resumen, empresarios, trabajadores e instituciones privadas y públicas, se verán favorecidos por la fuerza laboral de las siguientes generaciones, que será, sin lugar a duda, más profesional y emprendedora de lo que nunca ha sido hasta ahora, la mayoría de la población.

Recomendaciones
  • Que las instituciones educativas y las empresas adopten una cultura de capacitación y educación financiera para incrementar su rendimiento, mejorar su clima laboral y prevenir el hurto.
  • Que los estudiantes de colegios y universidades, así como los trabajadores, por medio de programas educativos, conozcan el funcionamiento de los productos financieros, sus ventajas y desventajas, así como las consecuencias negativas del sobreendeudamiento como instrumento de beneficio personal, laboral y social.
  •  Fomentar la importancia de la planificación financiera familiar, como una estrategia a largo plazo enfocada al bienestar personal y de familia.
  •  Resaltar la importancia del consumo responsable en los jóvenes y trabajadores, para fomentar hábitos de disciplina financiera.
  •  Promover la cultura de ahorro desde la niñez, como una estrategia eficaz para crear patrones de conducta financiera de largo plazo.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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