Los seguros han evolucionado y se han desarrollado según las necesidades de las nuevas industrias, nichos y mercados.
Colaboración especial: Christian Nölck
Presidente / Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros (AGIS)
En Guatemala, la cultura de la prevención a través del seguro tiene aún mucho potencial de crecimiento. A través de los seguros podemos proteger financieramente no solo nuestros negocios, sino también el patrimonio nacional, así como el personal y familiar. La importancia de un seguro radica en lo impredecible, ir siempre un paso adelante de las posibles adversidades.
La percepción que los seguros están diseñados para negocios grandes o personas con ingresos elevados, es equivocada. Al observar las estadísticas de tendencias mundiales, se ve una alta correlación entre el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de cada país y la penetración de seguros. Esta estadística muestra que aquellos países donde existe cultura de prevención y acostumbran a tener coberturas de seguros, tienden a tener un PIB per cápita más elevado. Esto indica que los seguros son una herramienta financiera que protege ante posibles pérdidas no esperadas, y nos ayuda a que esos eventos se sobrepasen de mejor manera, en menor tiempo y con menores impactos económicos.
En nuestra nación, la participación de las primas del sector asegurador en el PIB es de apenas 1.24%. Esta es la penetración más baja de la región centroamericana y es muy inferior al promedio en América Latina que es del 2.9%. Por ello, es importante destacar el papel e impacto que los seguros tienen en la economía, pero sobre todo la función social que conllevan.
Los seguros generan una estabilidad que permite tener resultados más predecibles y de mayor proyección. Al medir los riesgos que los clientes no tienen capacidad de afrontar y hacerlo con anticipación, permite a las personas continuar con su plan de vida y a las empresas seguir adelante con sus planes de negocio, a pesar de los acontecimientos no previstos.
¿Cómo funcionan?
El rol de una empresa aseguradora es administrar aquellos fondos que compensarán a los perjudicados por un evento inesperado, pero cuyo acaecimiento es predecible. Entre ellos enfermedades, el fallecimiento del padre o madre, accidentes, desastres naturales-terremotos, tormentas tropicales, inundaciones, erupciones volcánicas, entre otros.
Muchos de estos riesgos pueden prevenirse tanto a nivel empresarial como personal y familiar. Sin embargo, hay circunstancias que están fuera de nuestro control, que dependen de factores externos y que son súbitos e imprevistos como una enfermedad, un incendio, un desastre natural e incluso la muerte de un ejecutivo clave, los cuales pueden cubrirse con una herramienta financiera, como el seguro.
Con esto se transfieren los riesgos de este tipo de contingencias a un sistema de base solidaria, en el que las primas que abonan los asegurados que no han sufrido una pérdida, contribuyen a resarcir el daño al o los afectados. Con esto se contribuye a la estabilidad social, al proteger a personas, a familias, a empresas y a los países, de las consecuencias económicas derivadas de esos sucesos inesperados.
Es importante que el cliente se involucre en el proceso de evaluación al momento de cotizar y adquirir un seguro. Esto le permite conocer las opciones de coberturas existentes y contar con un asesor (ya sea agente o corredor) que pueda evaluar que todos los datos que se están reportando sean los adecuados para el giro del negocio. Este es un paso puntual para que al momento de que ocurra un siniestro, exista la menor cantidad de controversias con la aseguradora.
En la actualidad, las compañías aseguradoras legalmente registradas en el país, están en la capacidad de ofrecer una amplia gama de seguros de vida, salud, hospitalización, riesgos y protección patrimonial, que pueden adquirirse de forma sencilla, con cuotas mensuales muy accesibles. Hoy, en Guatemala puede asegurarse desde un celular, un puente, una carretera, una cosecha, hasta lo más preciado que es la vida y la salud de las personas.
Es así como los guatemaltecos debemos tomar conciencia que los seguros son elementos clave para el bienestar de nuestra nación, gracias a la capacidad que tienen de protegernos a nosotros, a nuestros bienes y al patrimonio que poseemos, de las consecuencias derivadas de las contingencias que afectan la vida del ser humano. Además, los seguros fomentan el ahorro de las familias y países, contribuyendo así al crecimiento económico.
Por ello, debemos incorporar a nuestro presupuesto familiar, empresarial y nacional, un rubro para invertir en seguros, que nos permita transferir los riesgos a compañías aseguradoras sólidas, para proteger así nuestra vida y el fruto de nuestro trabajo.