El proyecto del presupuesto planteado por el Ejecutivo prevé ingresos fiscales por más de Q50 mil millones, nivel que según fuentes de la SAT, no será recaudado.
Los gastos totales previstos ascenderían, si el Congreso lo aprueba, a Q66 mil 981millones 200 mil (12 por ciento más que el vigente en 2011).
Pero eso no es todo. El Ministerio de Finanzas Públicas también ha sobreestimado la proyección de ingresos tributarios de 2013 en aproximadamente Q3 mil 500 millones, según explican fuentes de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
En ese sentido, si se mantiene el monto global del proyecto del presupuesto, el déficit fiscal no sería de 2.2 por ciento respecto del Producto Interno Bruto (PIB), como precisa la propuesta, sino de 2.7 ó 2.8 por ciento. Además, el Gobierno tendría que buscar más deuda para financiar ese déficit no programado. De acuerdo con funcionarios de la SAT, dadas las condiciones económicas internas y externas del país, en 2013 la recaudación de impuestos no sería de Q50 mil 386 millones, como prevé la cartera de Finanzas Públicas, sino de unos Q46 mil 800 millones (medio punto del PIB, aproximadamente).
Inquieta esa diferencia
Para el ex ministro de Finanzas Públicas y miembro de la Comisión de Finanzas y de Economía del Congreso de la República, José Alejandro Arévalo, “la parte inquietante” es que los ingresos tributarios deberían de pasar de aproximadamente Q43 mil millones previstos para 2012, a casi Q54 mil millones en 2013. De lograrse esos números, el déficit presupuestario previsto sería de alrededor de Q10 mil millones o el equivalente a 2.2 por ciento del PIB y que se cubriría con más deuda pública. Sin embargo, según Arévalo, parece que las proyecciones del Ministerio de Finanzas son más altas que las de la SAT. Por consiguiente, explica que al no haber consenso (SAT-Finanzas Públicas) sobre la verdadera proyección de ingresos, el problema puede ser que el déficit de 2.2 por ciento se eleve a 2.7 ó 2.8 por ciento del PIB, en 2013.
Por el lado de los egresos, Arévalo no tiene mayores críticas. Señala que es interesante el énfasis que el Gobierno pretende darle al primer presupuesto que se aprueba durante su gestión. Se priorizaría el gasto en Defensa, Seguridad, Educación, Salud e infraestructura.
¿Pero a quién creerle sobre la recaudación fiscal?¿Al ministro de Finanzas o al jefe de la SAT? Si la recaudación tributaria se proyecta como dice Finanzas, el déficit bajaría de 2.6 (2012) a 2.2 por ciento del PIB en 2013. Pero si quien tiene la razón es la SAT, entonces el déficit, en vez de bajar, aumentaría, explica Arévalo.
En todo caso, uno de los componentes tomados en cuenta por el Gobierno en la elaboración del proyecto del presupuesto oficial para 2013 es el crecimiento económico del país. Según el Banco de Guatemala, en 2013 el PIB crecería en un rango de entre 3.2 y 3.7 por cieno.
Arévalo explicó que regularmente el banco central prevé tres escenarios: Uno base, un intermedio y optimista. “La verdad es que el comportamiento de las importaciones y exportaciones en 2012 han sido más bajas que el año pasado, a menos que se recuperen”, añadió el diputado. “Lamentablemente por esta controversia en torno a los ingresos fiscales previstos (SAT-Ministerio de Finanzas), estamos con dudas de cuál sería realmente el déficit fiscal para el próximo año”, señaló
“Si el presupuesto se financia sólo con ingresos tributarios, es sano, pero si se financia con más deuda, no es tan oportuno porque el nivel de endeudamiento del país ya es alto y por eso es esencial que la SAT y el ministro de Finanzas se pongan de acuerdo”, agregó.
Pedro Prado, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), coincide con Arévalo y espera que se aclaren los niveles de recaudación tributaria, en los que difiere la SAT y el Ministerio de Finanzas. “Si el ministro tiene la razón, esperemos que se alcancen esas metas pero hay factores externos, como ocurrió con la crisis de 2008, que pueden incidir”, señala Prado. Ahora, si no se alcanzan las metas, “se pondría en aprietos al Estado pues no habría los suficientes recursos contemplados”. En consecuencia, el déficit fiscal sería mucho más elevado que el 2.2 por ciento respecto del PIB, precisa el analista
“El mejor y más sano ingreso tributario y no tributario siempre será por medio del crecimiento económico y por esa razón hay que ponerle énfasis a la reactivación, atrayendo más inversiones generadoras de empleo”
Las bondades que el Ministro le ve al proyecto
- Reduce el déficit fiscal de 2.6 a 2.2 por ciento en relación al PIB.
- Incrementa la inversión pública de 3.2 a 3.7 por ciento respecto del PIB.
- Prioriza el gasto en Educación, Salud, Seguridad e Infraestructura.
- El déficit presupuestario sería de Q10 mil 162 millones, financiados con más deuda.
- La recaudación tributaria estimada es de Q50 mil 375.7 millones, según el Ministerio de Finanzas. Pero según la SAT, sería de unos Q47 mil 500 millones, con lo que el déficit fiscal respecto al PIB se elevaría a 2.7 por ciento.
- Si se alcanzaran esos números, la carga tributaria en 2013 cerraría en 11.8 por ciento respecto al PIB.
- El Congreso tiene hasta el 30 de noviembre para aprobar el presupuesto.
Andrés Castillo:
“Es un presupuesto muy alto”
El presidente de Cámara de Industria de Guatemala (CIG), Andrés Castillo, también considera que las estimaciones de los ingresos tributarios previstas en el proyecto del presupuesto deben ser lo más cercanas posibles a la realidad. En ese sentido, señaló que la SAT y el Ministerio de Finanzas Públicas tienen que ponerse de acuerdo pues esa diferencia entre ambos puede ocasionar distorsiones en el gasto y un déficit fiscal mucho más elevado. En todo caso, Castillo sostiene que el nivel de gasto es muy elevado respecto de la recaudación tributaria proyectada. “El presupuesto ideal es aquel que tiene todas sus fuentes de financiamiento pero esa discusión entre la SAT y el Ministerio de Finanzas Públicas genera bastantes dudas”, sostiene Castillo.
Sin embargo, no todo es negativo. Si los números son como los ha planteado la cartera de Finanzas Públicas, es positivo que el déficit fiscal se reduzca de casi tres por ciento a dos por ciento aunque la deuda externa sigue creciendo, añade. “También es positivo que por el presupuesto previsto se enfoque en Seguridad, Salud, Educación e Inversión en infraestructura”.
“Pero insisto, lo que uno quisiera es que no se gaste más de lo que ingresa pero lamentablemente aquí el común denominador es que se gasta mucho más de lo que se recauda, ocasionando siempre un déficit; si un gerente presenta un presupuesto así a cualquier empresa, lo despiden”.
“El mejor y más sano ingreso tributario y no tributario siempre será por medio del crecimiento económico y por esa razón hay que ponerle énfasis a la reactivación, atrayendo más inversiones generadoras de empleo”.
“Lamentablemente por esta controversia en torno a los ingresos fiscales previstos (SAT-Ministerio de Finanzas), estamos con dudas de cuál sería realmente el déficit fiscal para el próximo año”.
–José Alejandro Arévalo, diputado y miembro de la Comisión de Finanzas del Congreso.