Miles de hectáreas reforestadas y millones de árboles corren riesgo de desaparecer si autoridades no aportan los fondos al INAB que en ley corresponden.
Industria y Negocios
Las Instituciones representativas del sector forestal del país, hicieron un llamado a las autoridades para aportar los fondos necesarios al Instituto Nacional de Bosques (INAB) que permitan la sostenibilidad del Programa de Incentivos Forestales (PINFOR) pues de no hacerlo, habría graves consecuencias para el país. Las organizaciones que hicieron este llamado incluyen a las asociaciones forestales, Cámara de Industria de Guatemala (CIG), Cámara del Agro, Gremial Forestal, la Asociación Nacional del Café, los pequeños proveedores de tierras de vocación forestal y agroforestal, reservas naturales y la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales de los Recursos Naturales del Medio Ambiente (Asorema).
Desde que inició el programa de reforestación y protección, en 1996, tanto el sector forestal y ambiental han reforestado más de 94 mil hectáreas y protegido aproximadamente 175 mil hectáreas, beneficiando a millones de personas en forma directa o indirecta. Estas 269 mil hectáreas de bosque que equivalen a 640 mil canchas de fútbol y alrededor de 300 millones de árboles estarían en riesgo si no se cumple con la asignación presupuestaria de Q27 millones para el funcionamiento de INAB y Q212 millones para el pago de los incentivos de los programas.
“De no habilitarse estos fondos el Gobierno estaría incumpliendo con la Ley Forestal y pondría en peligro a 8.1 millones de jornales al año que afectarían por lo menos a 250 mil personas, aumentando así la pobreza y el desempleo en las áreas rurales”, expuso Roberto Bosch, presidente de la Gremial Forestal. Asimismo, sostuvo que la falta de recursos y la pérdida de personal calificado para trabajar en esas áreas no sólo incrementarían la brecha entre la deforestación y la reforestación, sino que también habría menos control de la tala ilegal de árboles, aumentando así el comercio ilícito de productos forestales.
No se está dimensionando realmente el problema, pues además de la pérdida de recursos naturales que esto representa, las repercusiones también se percibirán en lo económico y social ya que muchos agricultores, cooperativas, municipalidades, grupos campesinos, ambientalistas y silvicultores podrán fracasar por deudas que ya adquirieron y que no podrán ser pagadas, añadió Bosch, junto al resto de representantes del sector.
PINFOR nació en 1996, con la creación del INAB mediante el Decreto 101-96. Esta normativa delega al Ministerio de Finanzas Públicas la responsabilidad de otorgar los incentivos a los propietarios de tierras de vocación forestal, que se dediquen a la ejecución de proyectos forestales.