Los precios de los fertilizantes tuvieron una gran escalada durante el 2022, principalmente por el conflicto entre Rusia y Ucrania, dos de los más importantes proveedores de fertilizantes y granos básicos del mundo. Sin embargo, ya desde el 2021 se veía una tendencia alcista en los fertilizantes, que alcanzó su punto más alto durante el 2022, el cual ha venido cayendo. De acuerdo con el Banco Mundial, durante el primer trimestre del 2023, el precio de los fertilizantes se redujo un 37% a nivel mundial, representando un alivio para los sectores que habían visto con preocupación la subida de los precios. Igualmente, los granos básicos han tenido una bajada significativa este año, en relación con el 2022.
Para mitigar y reducir la subida de precios, Turquía, Ucrania y Rusia acordaron, en julio del 2022, firmar un acuerdo que permitiría el paso de granos básicos y fertilizantes, entre otras mercancías, a través de un corredor humanitario que se estableció. Este proyecto, llamado la Iniciativa del Mar Negro, permitió que una gran cantidad de granos y fertilizantes acumulados en Ucrania lograran ser entregados a sus mercados destino. Este proceso ayudó a abaratar el precio internacional por un tiempo, sin embargo, esta iniciativa temporal se ha enfrentado a varios retos en su proceso de renovación, por lo que su futuro es incierto. Estos productos tenían como destino más de 45 países del mundo durante su primer plazo y terminó impactando aún a más países conforme fue renovada la iniciativa.
En el caso de Guatemala, los precios han estado subiendo significativamente desde el 2020, producto también de la crisis en la cadena logística y la escasez de contenedores. Según los datos proporcionados por TradeMap, algunos abonos incluso llegaron a aumentar su valor unitario CIF en un 194% del 2020 al 2022. Si bien es cierto, los precios aún no alcanzan sus niveles prepandemia, pero esta bajada en los precios da un buen respiro a ganaderos y consumidores.
Guatemala podría llegar a posicionarse como un nuevo proveedor menor de alguno de estos granos”.
Tras la incertidumbre provocada por la Iniciativa de Granos del Mar Negro, surge la duda de cómo podemos mitigar lo máximo posible el impacto de estas subidas de precio. El sector de fertilizantes tiene una peculiaridad: unos pocos países proveen la gran mayoría de los fertilizantes al país; por ejemplo, en el caso puntual de la urea, alrededor de un 90% de las importaciones totales de Guatemala en 2022 provinieron de Rusia. Esto explica la gran subida de precios que se vivió en Guatemala al complicarse la exportación desde el territorio ruso.
Una forma de mitigar este impacto es la búsqueda de nuevos proveedores que les permita a las empresas tener otra fuente de producto en caso surja alguna eventualidad. Otra manera de hacerlo es incentivar la producción de fertilizantes alternativos y granos a nivel nacional para consumo y, posteriormente, exportación. La industria guatemalteca ha sobresalido a nivel regional con su capacidad de crear soluciones y productos innovadores para satisfacer diferentes necesidades y este escenario se presenta como una nueva posibilidad de ejecutarlo. No solo con la producción de los fertilizantes para consumo local, sino también con el cultivo y posterior transformación de granos básicos o alternativas a estos.
Incentivar la producción y transformación local de estos productos, podría mitigar parte de las consecuencias de la subida de los precios que afecten a nivel país y apoyar a su desarrollo y al de sus pobladores, siguiendo la visión y misión de Cámara de Industria de Guatemala (CIG) de llevar la industrialización a todo el país. Igualmente, en un plazo más largo, Guatemala podría llegar a posicionarse como un nuevo proveedor menor de alguno de estos granos, abriendo nuevos mercados y nuevas oportunidades.
Por: Christian Schieber | Analista Económico, y Felipe González | Analista de Derechos Humanos de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)