En la industria alimenticia es común encontrar múltiples procesos que involucran varios factores de riesgos ergonómicos, que ocasionan trastornos musculoesqueléticos (TME), con costos sumamente elevados, tanto para el trabajador como para el patrono. Aproximadamente 1,710 millones de personas tienen trastornos musculoesqueléticos en todo el mundo, entre los cuales, el dolor lumbar es el más frecuente, con una prevalencia de 568 millones de personas.
El dolor lumbar afecta anualmente al 15-20% de la población, llegando al 50% en aquellos con actividad laboral. El coste médico es alto, pero es más el sociolaboral, a consecuencia de la pérdida de días laborales que supone en subsidios de incapacidad e invalidez, que llegan a triplicar el gasto sanitario. Se calcula que las lumbalgias que se cronifican (el 10%) consumen el 75% de los gastos que esta patología genera en un país determinado. Lamentablemente, en Guatemala no contamos con estadísticas de TME relacionados al trabajo.
Colocar ayudas mecánicas en algunos puntos del proceso donde se han identificado factores de riesgos ergonómicos relacionados con la manipulación manual de cargas, puede ser beneficioso para evitar lesiones en la columna vertebral, haciendo que el proceso sea más eficaz.
El dolor lumbar afecta anualmente al 15-20% de la población, llegando al 50% en aquellos con actividad laboral”.
A continuación, se mencionan algunos ejemplos ilustrativos:
- El primer paso de la producción suele implicar agarrar los sacos llenos de ingredientes y vaciarlos en un depósito para mezclar, ya sea de forma manual o por medio de transpallet. Aguantar el saco mientras se abre para vaciar sus contenidos en tolvas puede resultar difícil hasta para dos personas trabajando juntas. Se sugiere, en estos casos, instalar elevadores por vacío encima de los depósitos, lo que hará que a una sola persona le resulte fácil coger un saco del palet.
- En el paso final del proceso, la carga y descarga de camiones o la descarga de contenedores deben ser rápidas y eficientes, manejando cajas de diferentes tamaños y pesos. Lo mismo ocurre con la preparación de pedidos y el paletizado en las bodegas. Los clientes esperan una entrega rápida, lo que impone grandes exigencias en la preparación, carga y descargas eficientes de los pedidos. Esto ocasiona que las demandas físicas de los trabajadores se incrementen y las jornadas sean más extendidas, lo que hace que la dosis de exposición a los factores ergonómicos sea mayor. Se sugieren instalar bandas transportadoras con brazos elevadores para el agarre de la carga dentro de los camiones que permitan reducir el impacto de la manipulación de cargas y sus nefastas consecuencias futuras al trabajador.
Estas y otras soluciones, pueden proponerse cuando se realizan adecuadas evaluaciones de riesgos ergonómicas en las empresas, procesos y tareas, pero sobre todo, cuando la prevención de los TME y la salud del trabajador es la prioridad. Los trabajadores no son los enfermos, el enfermo es el puesto de trabajo.
Por: Dra. Ronnie Lombana Felizola | Gremial de Seguridad y Salud Ocupacional (SSO)