En el contexto internacional han proliferado en las organizaciones acciones de ética y cumplimiento para frenar la preocupante corrupción que se manifiesta a todo nivel, por lo que es necesario destacar algunos puntos que pueden aportar para que el panorama regional mejore significativamente en materia de transparencia, desde tres enfoques fundamentales:
- Voluntad política de los gobiernos. Como caso de éxito puede citarse la Oficina de Investigación de Prácticas Corruptas (CPIB, por sus siglas en inglés) de Singapur, la cual está soportada por un enfoque estratégico para combatir la corrupción en todos los ámbitos y sin ninguna excepción para nadie, que además tiene independencia en sus funciones e informa directamente al primer ministro.
En los últimos años, las acciones de cero tolerancia a la corrupción han situado a Singapur en los primeros lugares como país menos corrupto, según el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.
- Sistemas de cumplimiento. Actualmente, muchas organizaciones cuentan con oficinas de cumplimiento para prevenir sanciones y garantizar que se cumplan los requisitos legales, además de desarrollar y hacer cumplir códigos de ética para mejorar la reputación institucional. Estas acciones se fortalecen con la implementación de normas como la ISO 37001:2016, para la prevención, detección y tratamiento del soborno.
Es preciso resaltar que el éxito de dichos sistemas dependerá del compromiso genuino de la alta dirección para establecer, mantener y fortalecer una cultura orientada a la ética dentro de una organización.
- Integridad personal. Esta puede definirse como hacer lo correcto aunque nadie esté observando. En el sentido más amplio, es el estado de entereza física, mental y espiritual de una persona, cuando lo que piensa, lo que dice y lo que hace tienen coherencia entre sí. Como todo aprendizaje, debe fomentarse desde la temprana infancia para que en la adultez se actúe siempre con rectitud, honorabilidad y responsabilidad.
Para erradicar la corrupción en los países, se requiere de un esfuerzo conjunto”.
Como reflexión final, se concluye que, para erradicar la corrupción en los países, se requiere de un esfuerzo conjunto, en el cual los gobiernos, el sector empresarial y cada uno de los ciudadanos orienten sus acciones hacia la transparencia e integridad en cualquier circunstancia, con el fin de mejorar las condiciones para todos los seres humanos y entregar un mundo más equitativo a las futuras generaciones.
Por: Luis Mariano Hernández | Consultor en Sistemas de Gestión