En la actualidad, las organizaciones deben tener la capacidad de adaptarse a un entorno competitivo global, lo cual conlleva incluir dentro de la estrategia, una gestión de cambio ágil, que les permita no solo alcanzar sus objetivos y metas, sino que también tener un diferenciador. En la transformación que estamos realizando dentro de Cámara de Industria de Guatemala (CIG), es importante mencionar que nuestro objetivo principal es el desarrollo de nuestro talento. Por lo que es necesario enfocarnos en los resultados a través de la evolución del rol del Área de Talento Humano, hacia una posición más prominente, en donde los HR Business Partners agreguen valor tanto a los líderes de las diferentes áreas de la empresa como a los stakeholders, generando confianza y credibilidad en los procesos que se realizan.
Si bien es cierto que el logro de los objetivos organizacionales depende de muchos factores, como la gestión de los recursos, el liderazgo juega un rol relevante para influir en los colaboradores hacia la ejecución, el compromiso y el sentido de pertenencia. Por ello la importancia de iniciar con el desarrollo de las competencias directivas, las cuales ayudarán a potenciar el desempeño de nuestros ejecutivos. Una de las habilidades más valoradas a nivel laboral es el liderazgo, ya que un buen líder puede guiar a una empresa a alcanzar el éxito, teniendo presente estrategias y diferentes acciones para alcanzar su propósito. Vale la pena mencionar que cada líder actuará bajo su propio estilo, por lo que dentro del top 10 de estilos de liderazgo empresariales más utilizados, se encuentra el “Liderazgo transformacional” en el que el directivo desarrolla la capacidad de inspirar a sus colaboradores hacia la consecución de las metas. Este modelo de management fue creado por el historiador James MacGregor Burns, quien lo definió como “un tipo de liderazgo capaz de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones de sus seguidores, así como impulsar la transformación dentro de una organización”.
Las organizaciones deben tener la capacidad de adaptarse a un entorno competitivo global”.
Las organizaciones del siglo XXI buscan cada vez más, líderes que sepan gestionar personas y, a su vez, que logren sus objetivos. Es aquí, precisamente, en donde el liderazgo transformacional toma relevancia, ya que es clave para la gestión de cambio, pues es una forma de influenciar que motiva a los equipos a superar las expectativas en cuanto a resultados. Este tipo de liderazgo transforma a las personas, pero también a las organizaciones, teniendo incidencia en los valores, la ética, el manejo de emociones y en los objetivos a largo plazo. Los líderes son empáticos y apoyan a su gente a desarrollar su potencial, inspiran a generar cambios positivos y se preocupan por su bienestar. De esta forma, se ganan la confianza y el respeto de los demás.
¿Por qué enfocarnos en desarrollar a nuestros ejecutivos en este estilo? ¿Qué hace diferente a un líder transformacional? Podemos decir que cambian el estado de las cosas, desarrollan a otros líderes, transforman a quienes los rodean y generan valor para las personas. También logran relaciones más sólidas con sus equipos de trabajo, alcanzan un alto nivel de compromiso con la visión y misión, empoderan a sus colaboradores, los motivan para que alcancen un desempeño sobresaliente, ejercen influencia positiva e incentivan la innovación y mejora continua en los procesos que manejan en su día a día.
Las organizaciones del siglo XXI buscan cada vez más, líderes que sepan gestionar personas y, a su vez, que logren sus objetivos”.
Una vez que nuestros ejecutivos alcancen un nivel óptimo en esta competencia, tendrán mayor capacidad para analizar la situación actual de la organización y de su área de influencia, y podrán detectar áreas de oportunidad y generar planes de trabajo que les permitan, a través de la participación e involucramiento de su equipo, promover soluciones y estrategias de cambio. De esta manera estarían aplicando la gestión de procesos internos, gestión del talento humano y la gestión de cambio como pilares fundamentales de su desarrollo dentro de CIG.
Para que este proceso sea exitoso, debemos apoyarlos desde el Área de Talento Humano para que, a través de proyectos, programas e iniciativas, adopten e incorporen los cambios hacia la cultura interna que se está permeando a través de toda la organización. Trabajar en un ambiente colaborativo será indispensable para lograr lo que nos hemos propuesto, por esta razón, la capacitación y el aprendizaje en temas de trabajo en equipo, tanto de sus reportes directos como con sus pares, jugarán un papel sumamente importante que nos permitirá transformar a CIG en una organización en donde su distintivo sea su talento. Estamos comprometidos con el desarrollo de nuestros colaboradores y con el de Guatemala.
Por: Andrea Lemus | Directora de Talento Humano