Importancia de los planes de gestión con énfasis en biodiversidad para las empresas

¿Es Guatemala un país biodiverso? Durante la Convención de la Diversidad Biológica, celebrada en Nagoya, Japón, en 2010, Guatemala fue reconocida como un país megadiverso. Esto implica que un país debe poseer al menos 5 mil plantas endémicas y tener ecosistemas marinos dentro de sus fronteras.

De acuerdo con el V Informe Nacional de Cumplimiento a los Acuerdos del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Guatemala posee 14 zonas de vida, 9 biomas, 7 ecorregiones terrestres y 46 comunidades naturales. Adicionalmente, se estima que Guatemala posee 13,866 especies (1,988 de fauna; 10,317 de flora; y 1,561 acuáticas, sin considerar los invertebrados). Vale la pena resaltar que el país también forma parte de uno de los centros de origen (México y Centroamérica) de plantas cultivadas (maíz, frijol, bledos, calabazas y chiles), lo que significa que estas especies fueron domesticadas, seleccionadas y mejoradas en esta región, y sus antepasados aún se pueden encontrar en estado silvestre.

Una vez contextualizada la dimensión que la biodiversidad representa en el país, ¿cuál es la importancia que tiene para el sector empresarial? Es un proveedor insustituible e indispensable, ya que todas las empresas requieren de los servicios que suministra. Se estima que el 40% de la economía mundial tiene su base en ella. Por lo anterior, la biodiversidad contribuye de manera directa con: a.) Servicios básicos esenciales para la vida (fotosíntesis, ciclo del agua y formación del suelo, entre otros), b.) Servicios de regulación (mantenimiento de la calidad del aire y el suelo, regulación del clima, control de la erosión, polinización, etc.), c.) Servicios de suministros en bienes y productos (alimentos, agua, fibras, etc.) y d.) Servicios culturales (paisajísticos, educativos, culturales y recreativos).

En Guatemala, las empresas con una visión de desarrollo sostenible se encuentran creando valor social, económico y ambiental a largo plazo, contribuyendo al aumento del bienestar y progreso de las generaciones presentes y futuras en el entorno donde desarrollan sus operaciones. Por tal razón, diversas empresas de los sectores energético, agrícola, textil y alimentos, entre otros, han priorizado la conservación de la biodiversidad en sus planes de gestión ambiental.

En Guatemala, las empresas con una visión de desarrollo sostenible se encuentran creando valor social, económico y ambiental a largo plazo”.

Un ejemplo de esas buenas prácticas empresariales en torno a la biodiversidad y los beneficios que representa, es el sector energético en donde las empresas han adoptado políticas específicas para medir y conocer mejor su interacción sobre la biodiversidad, y aplicar principios de jerarquía de conservación: evitando, reduciendo, restaurando y regenerando.

Como consecuencia de aplicar estos principios, han surgido algunos planes de acción de biodiversidad en el sector energético entre los que podemos mencionar:

  • Evitando: evadir la localización de proyectos de infraestructura en áreas protegidas (cuando es posible) por su valor ecológico, biológico y cultural. Adicionalmente, promoviendo y ejecutando soluciones tecnológicas que minimizan el cambio de uso del suelo, como la utilización de tecnología dron para el tendido de cables conductores en la construcción de proyectos de líneas de transmisión. Lo anterior minimiza la remoción de cobertura forestal preservando refugios de vida silvestre, reduciendo el riesgo de erosión del suelo, y favoreciendo la dinámica de recarga hídrica y la absorción de dióxido de carbono (CO2).
  • Reduciendo: ejecutar planes específicos que minimizan la afección a especies por electrocución y colisión en líneas de transmisión y distribución, así como en parques eólicos, a través de la colocación de dispositivos desviadores de vuelo.
  • Restaurando y regenerando: implementar planes que minimizan y compensan las actividades que provocan la remoción de cobertura forestal, efectuando programas de reforestación, así como el establecimiento de planes de mejora ambiental. También vale la pena resaltar el desarrollo de programas de investigación y registro de flora y fauna.

El acceso a fuentes de financiación que promueven la protección y conservación del medio ambiente, atracción de inversión, distinción de marca y protección de la reputación de las compañías, cumplimiento de la regulación nacional e internacional y la optimización de recursos, son los beneficios en el sector energético.

Es importante que el país incentive la conservación de la biodiversidad y reconozca el esfuerzo de las empresas”.

Adicionalmente, entre los beneficios para otros sectores, es posible mencionar el acceso a nuevos mercados y tendencias sostenibles (certificaciones), aumento en la lealtad a la marca, reutilización de materiales, mejora de la eficiencia a través de nuevas tecnologías, mejora de materias primas y procesos, y mantenimiento de la productividad de sistemas agrícolas (agua, nutrientes, regulación climática, polinizadores, etc.).

Es importante que el país incentive la conservación de la biodiversidad y reconozca el esfuerzo de las empresas a través de apoyos financieros específicos, incentivos no económicos (información, asistencia técnica y reconocimientos), incentivos basados en fondos y cooperación internacional, pues esto hará que más empresas se sumen a la gestión empresarial en pro de la biodiversidad.

Por: Rodrigo Ronquillo | Gerente de Desarrollo Sostenible de TRECSA

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