Se ha dicho que para alcanzar una cultura preventiva es indispensable el liderazgo y compromiso genuino de los directivos de una organización, de garantizar entornos laborales seguros y saludables. Esto es un factor indiscutible para la gestión de prevención de riesgos, sin embargo, detrás de ese compromiso, existe otro factor con igual importancia para que la gestión sea realmente exitosa: la participación proactiva del trabajador como protagonista principal.
El liderazgo en un sistema de gestión queda incompleto si no se permite el involucramiento de la fuerza laboral. Es difícil afirmar que los directivos tienen una solución para todos los desafíos que en materia de salud y seguridad puedan presentarse en la empresa. El trabajador, por ser quien se encuentra expuesto a la actividad laboral diariamente, puede también aportar información importante para la prevención con base a su conocimiento y experiencia en la actividad; es aquí donde adquiere relevancia la consulta y participación del mismo.
La participación es la acción y efecto de involucrar a los trabajadores en temas que comprende la salud y seguridad, como la evaluación de riesgos. La consulta, por su parte, consiste en la búsqueda de opiniones previo a la toma de decisiones, por ejemplo, sobre el seguimiento y medición de controles aplicados. Con ambos se busca una contribución activa del trabajador en materia preventiva y que conduzca hacia una mejora continua.
El liderazgo en un sistema de gestión queda incompleto si no se permite el involucramiento de la fuerza laboral”.
En nuestro país, la consulta y participación se materializa en la creación del Comité Bipartito de Salud y Seguridad Ocupacional, que se rige primordialmente por el principio del diálogo social que se ha enfatizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es una figura de asesoramiento y apoyo que crea un entorno favorable para la negociación, consulta e intercambio de ideas entre el empleador y el trabajador, en donde ambos trabajan de forma cooperativa para resguardar el derecho fundamental que constituye la salud y seguridad.
Con los constantes retos que afronta esta disciplina cada año, es necesaria una renovación en la forma de abordarla, considerándose como un elemento decisivo la participación de los trabajadores, de todos los niveles, para lograr una verdadera cultura preventiva.
Por: Itzsell Guerra / A&G Abogados / Gremial de Salud y Seguridad Industrial