Este año conmemoramos los 175 años del inicio de relaciones formales entre Alemania y Guatemala. Si bien nuestras conexiones históricas y culturales abarcan un período más largo, el establecimiento de esos lazos en 1847 se formalizó con la firma del primer Tratado Oficial de Comercio, Amistad y Navegación entre la recién fundada República de Guatemala y las ciudades hanseáticas de Hamburgo, Bremen y Lübeck.
Este fue un tratado innovador para su tiempo y sentó las bases del comercio e intercambio económico y cultural entre ambas naciones. En aquel momento, la producción y exportación de la grana o cochinilla (tintes para textiles) comprendía la mayor parte del intercambio comercial entre ambos países. Con la invención del colorante artificial, precisamente en Alemania, este producto cedió el protagonismo a industrias como el café y el cacao.
Continuando con ese espíritu, las misiones diplomáticas en ambos países preparan distintas acciones durante año con el objetivo de fortalecer los tratados, alianzas y relaciones políticas, culturales y empresariales. El 20 de septiembre de 1887 se formalizaron las relaciones con el resto de Alemania a través de las cartas entre Justo Rufino Barrios y Otto von Bismarck.
En septiembre de 2021 presenté mis Cartas Credenciales al actual presidente federal de Alemania, Frank Walter Steinmeier. En aquella ocasión conversamos sobre las oportunidades y el compromiso de seguir llevando a cabo, como hasta ahora, intercambios comerciales, culturales y sociales en muchos aspectos. Es evidente que el resultado de los mismos ha sido valioso para ambas naciones, pues gobiernos y sectores empresariales han aprendido los unos de los otros y han encontrado espacios de oportunidad para generar desarrollo integral. Expresé también el honor y responsabilidad otorgada por el Dr. Alejandro Giammattei de representar al país en Alemania, y su deseo de continuar fortaleciendo las relaciones bilaterales entre ambos, profundizando los lazos de cooperación, cultura y economía.
La República Federal Alemana ha iniciado una nueva etapa en su larga historia eligiendo a Olaf Scholz como el nuevo canciller alemán. El actual gobierno de coalición ha apostado por una serie de prioridades que definen en gran parte las oportunidades que podemos desarrollar desde Guatemala, así como el futuro de las relaciones entre ambos países. El siglo XXI está considerado desde la perspectiva alemana como “el siglo del medio ambiente”: la protección ambiental es un objetivo de Estado para Alemania. Esto pinta un claro panorama en todo ámbito de la política y las relaciones domésticas e internacionales de todos los sectores alemanes; las condiciones meteorológicas extremas, la sostenibilidad, la protección del medio ambiente y el clima tienen en Alemania, desde hace tiempo, gran importancia.
La llamada “transformación energética” ha obligado a sustituir tanto la energía atómica como la proveniente de centrales carboeléctricas, estas últimas consideradas como una importante fuente de emisiones de CO2, por tecnologías de producción energética verdes como el hidrógeno. Y Guatemala no es ajena a esta realidad: desde hace más de dos décadas nuestro país ha invertido en una importante capacidad de producción de energía renovable y, en muchos casos, es precisamente por medio de la participación de empresas alemanas y guatemaltecas que se ha logrado desarrollar una matriz sostenible que nos permite ser un importante exportador regional de electricidad y nos coloca en una posición de liderazgo en la región centroamericana ideal para incrementar las relaciones entre ambos países.
Alemania es un socio comercial global que puesta por mercados abiertos y está estrechamente interconectada en la economía mundial. Es un Estado basado en valores democráticos, económicamente pujante y abierto al mundo. Valores que Guatemala comparte y desarrolla en sus distintos sectores comerciales, industriales y políticos. Es interesante conocer de cerca cómo este país combina el crecimiento económico con la protección ambiental como estrategia para una economía sostenible a la vez que nos ofrece una ventana de oportunidad para nuestras exportaciones. Alemania aboga por mercados abiertos y un comercio justo y libre sobre la base de reglas claras y un marco de seguridad. Por nuestra parte, Guatemala coincide en esos principios y desarrolla una serie de proyectos, tales como el Sello Blanco, que impulsan un consumo responsable a la vez que asiste a micro, pequeños y medianos empresarios en el desarrollo de sus actividades comerciales.
Alemania persigue sus metas a través de la promoción de su economía en el exterior por medio de sus representaciones diplomáticas, actualmente lideradas por la Embajada de Alemania en Guatemala, la Cámara de Comercio e Industria Guatemalteco Alemana (AHK) y la Agencia del Gobierno Federal de Alemania para el Comercio Exterior e Inversiones (GTAI), con las cuales trabajamos muy de cerca y de manera conjunta.
La protección ambiental se encuentra, desde 1994, en la Constitución alemana como objetivo de Estado. De hecho, conceptos como un manejo del medio ambiente responsable, aire puro, aguas limpias y biodiversidad, son términos recurrentes en mis conversaciones con interlocutores alemanes, mismos conceptos que definen a Guatemala. El desarrollo de proyectos en turismo sostenible y de cooperación, y nuestro tesoro histórico cultural hacen que Guatemala sea un destino muy atractivo para el turista alemán, pero también para el interés del inversionista que busca un destino maduro y con oportunidades de participación en los grandes mercados del hemisferio occidental.
Es en este contexto que le invitamos a celebrar con nosotros estos primeros 175 años de relaciones entre Alemania y Guatemala, convencidos de que el futuro de ambos países se verá fortalecido a través de la cooperación, desarrollo, turismo y una creciente relación comercial.
Por: Ing. Jorge Alfredo Lemcke Arévalo | Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de Guatemala ante la República Federal de Alemania