En países en vías de desarrollo, la eficiencia energética, es una gran oportunidad para que los productores sean más competitivos.
Colaboración especial: Jorge Carlos Escobar P. / Ingeniero industrial
Licenciado en emprendimiento y negocios
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En la Industria de Guatemala, hay grandes oportunidades de mejora y cambios de tecnología. Hay empresas que siguen atadas a prácticas del pasado que no generan grandes beneficios ni eficiencia energética como: el rebobinado de motores, utilización de sistemas de iluminación obsoletos e ineficientes, manejo de vapor sin aislamientos correctos o en mal estado, funcionamiento de motores con sistemas de arranque antiguos, cableado eléctrico mal dimensionado o en mal estado, entre otros.
En este sentido, el consumo de los motores eléctricos en la Industria equivale entre el 60% y 70% del recibo de la factura eléctrica; por lo que poner especial atención al consumo e implementar un plan de eficiencia energética en ellos, podría tener resultados muy atractivos.
En cuanto al mantenimiento industrial, esta es una pieza clave en el consumo de energía para los motores, dado que procedimientos tan simples como limpieza de disipadores de calor, lubricación y cambio de rodamientos según las horas que recomienda el fabricante, permiten que el calor generado sea disipado de forma correcta y los niveles de fricción no se incrementen, debemos de estar conscientes que a mayor fricción y temperatura mayor consumo.
Adicional al mantenimiento correcto de los motores eléctricos, es importante considerar y analizar el cambio por motores de alta eficiencia, esta práctica generaría grandes ahorros de energía, según las experiencias personales desarrolladas en Industria.
El cambio de motores por alta eficiencia tiene retornos menores a 2 años si las aplicaciones trabajan arriba de las ocho mil horas al año. Desde el punto de vista financiero es una excelente decisión, dado que el pago de la inversión se recupera con los ahorros energéticos y a partir del cumplimiento del tiempo de retorno; el ahorro de energía se convierte en una ganancia para la organización.
Por todo esto recalco que la cultura de eficiencia energética debe venir desde la alta gerencia, entendiendo que el practicarla mejorará los rendimientos organizacionales e incrementará la competitividad de la empresa y al mismo tiempo la posición de la Industria a nivel global. El implementar la cultura de eficiencia energética es un cambio de pensamiento, prácticas y conlleva acciones a todo nivel.
«Una buena cultura de eficiencia energética involucra no única ni exclusivamente a los procesos productivos o planta, debería ser parte integral de cada miembro de la organización.»