Esta acción es clave para el crecimiento económico sostenido post COVID-19.
Muriel Ramírez / coordinadora técnica
Comisión de Fortalecimiento y Defensa del Comercio Lícito
[email protected]
Para un país el crecimiento económico tiene el poder de transformar sociedades, aumentar los ingresos y permitir que los ciudadanos prosperen, pero el crecimiento por sí solo no es suficiente.
Como sabemos, el mercado formal es beneficioso ya que favorece al país aportando con la recaudación de impuestos que sirven para financiar obras del Estado a favor de la población, traduciéndose en mejor servicio de salud pública, educación, infraestructura y comercio.
La crisis actual que enfrenta el país, ha cobrado la vida de muchas personas y nos coloca en una situación compleja en cuanto a la economía, a pesar de tener una postura humanitaria, social y sensible ante las complicaciones que esto conlleva. No podemos dejar pasar por alto el efecto en la economía formal la cual, desde años anteriores, ha enfrentado dificultades en relación a su crecimiento.
De acuerdo con datos macroeconómicos de Central American Business Intelligence (CABI), una fuerte caída del índice de actividad industrial dentro del sector de ropa y calzado que refleja un bajo crecimiento interanual de -22.60%; industria alimenticia, -21.05%; en aspectos de recaudación se refleja en comercio con -11.16% e industria, -14.46%.
Es de gran importancia darle el valor al esfuerzo realizado por todas las industrias, que ante la situación manejan una actitud positiva y confían en esta oportunidad para la economía en la reapertura, contemplando que las medidas a tomar para este cierre del año sean de carácter positivo.
Sin dejar a un lado una de las preocupaciones más grandes como lo es el comercio ilícito, ese que desacredita y perjudica totalmente a las industrias, a esas cadenas de valor para la entrega de productos de calidad. El contrabando no se puede considerar como una actividad económica:
• No aporta a la economía de un país.
• No genera ingresos al ente recaudador.
• Violenta totalmente todo el valor a los productos legales.
• Fomenta y fortalece a las estructuras criminales que utilizan esta actividad para perpetrar otros ilícitos que siguen poniendo en riesgo a la población.
Por eso es importante contar con una población económicamente activa que tome conciencia de la importancia de promover los mecanismos formales del comercio, ya que estos generan bienestar para el país y para los sectores que promueven el desarrollo.
Por lo tanto, al ser un problema complejo que involucra a diversos actores de la sociedad, es indispensable la cooperación y la acción coordinada entre el sector público y el privado, para combatirlo, para reducir la actividad delictiva y disminuir los perjuicios que produce tanto sobre la población como a las finanzas públicas.