En Cementos Progreso, establecieron mecanismos para preservar el agua y utilizarla adecuadamente para que la flora, fauna, las comunidades y las operaciones, sean eficientes y sostenibles.
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El agua es fundamental para la vida y en Cementos Progreso se toman todas las disposiciones para resguardarla y protegerla. Por ello, los procesos de tratamiento aseguran el manejo adecuado del recurso hídrico, se adoptan nuevas tecnologías y mejores prácticas para medir y controlar el consumo para tratarla de manera eficiente.
De acuerdo con Juan Ramón Aguilar, gerente de Gestión Ambiental, en las instalaciones de Planta San Gabriel se encuentra un reservorio de agua de lluvia, cuyo uso podría compararse con el de un aljibe o depósito de agua doméstico.
El reservorio es una de sus principales medidas preventivas, ya que al aprovechar el agua de lluvia se minimiza el uso de agua de pozo. Este tiene 8 metros de profundidad y una capacidad de 150 mil metros cúbicos, lo que equivale a 65 piscinas olímpicas.
Los procesos productivos son secos. El agua que utiliza proviene del reservorio de agua de lluvia, empleada para el enfriamiento de equipos y para instalaciones administrativas. Todas las aguas residuales industriales, residenciales y administrativas son tratadas, a través de procesos wetland y el agua tratada se reúsa al 100%, dentro de las instalaciones, para el riego de jardines.
Hogar de flora y fauna
Planta San Gabriel se conforma por 900 hectáreas, pero solo el 15% se usa para la producción de cemento, el resto conforma el área de reforestación, manejo forestal, y cuenta con un vivero que produce 500 mil árboles al año con especies como pino, ciprés y encinos. El bosque además sirve como corredor biológico para mamíferos, aves, insectos y plantas locales. En esta área conviven venados, coyotes, reptiles y otras especies.