En conmemoración del Día de la Unidad Alemana y el 25 Aniversario de la Caída del Muro de Berlín, el Embajador de Alemania en Guatemala, Matthias Sonn, ofreció un discurso el pasado 22 de octubre en la Plaza de la Libertad, ubicada en la Universidad Francisco Marroquín, en el que enfatizó temas como la democracia y la transparencia.
A continuación sus palabras:
“En nombre de mis colegas de la Embajada de Alemania les quiero agradecer su presencia para celebrar con nosotros el Día Nacional de la Unificación Alemana y el 25 Aniversario de la Caída del Muro de Berlín.
Antes de comenzar quiero agradecer a nuestros patrocinadores, Bayer, Calvbrunnen, Rapifreno, Cropa y CBC por sus contribuciones que hicieron esta fiesta realidad.
¡Bienvenidos entonces a la Plaza de la Libertad!, un buen lugar para hablar unos minutos acerca de la libertad.
Casi veinticinco años de unidad, no solo la unidad de Alemania sino más allá, veinticinco años en los que Europa ha trabajado en la recuperación de una separación forzada que duró varias décadas. En esta Europa unida estamos tan entrelazados que “la crisis del otro” ya no existe.
Recordando este grato aniversario, no olvidemos que el Muro no se cayó por casualidad, sino fue derribado por los mismos ciudadanos de Alemania del Este al grito de “nosotros somos el pueblo”. Los alemanes del Este protagonizaron hace veinticinco años, en la ciudad de Leipzig, una revolución pacífica que marcó el comienzo del fin de la Alemania comunista y cambió el rumbo de la historia del mundo.
Ellos, al igual que sus vecinos detrás de la cortina de hierro, ya no soportaban vivir bajo un sistema autoritario:
- Un sistema por medio del cual el partido comunista se había apoderado de las instituciones del Estado y expropiado a la empresa privada, irrumpiendo en casi todas las esferas de la vida humana;
- Un sistema dictatorial que negaba los principios del Estado de Derecho y los Derechos Humanos, suprimiendo la libertad de expresión, el derecho al voto libre y las demás libertades ciudadanas,
- Un régimen que hacía promesas de bienestar social imposibles de cumplir después de haber destruido las fuerzas productivas del país.
Los ciudadanos de Europa Central, una vez liberados, optaron por el proyecto democrático occidental. Se incorporaron a la Unión Europea que – gradualmente- les trae libertad, democracia y bienestar social, gracias a sistemas políticos y económicos más eficaces y justos, fundamento de un bienestar sostenible.
También optaron por una institucionalidad fuerte, por la separación de los poderes del Estado y por el respeto de una Constitución democrática; valores claves también anclados en la Constitución de Guatemala.
¿Y hoy en día?
El rechazo popular del autoritarismo a todos los niveles no es sólo un hecho del pasado. Hoy lo viven los ciudadanos jóvenes de Hong Kong que están manifestando para exigir sus derechos democráticos. Así mismo, a comienzos de este año, en Europa del Este surgió nuevamente la pregunta de la libertad, del Estado de Derecho y de la gobernanza económica sostenible.
En resumen, la libertad, queridos invitados, en ningún lado está automáticamente garantizada para siempre. Entonces este día no nos permite ver solo hacia atrás, al contrario, la caída del muro de Berlín nos recuerda que todas las experiencias vividas en el pasado nos ayudan a tomar mejores decisiones hoy y a buscar mejores soluciones en la actualidad.
Los terribles recuerdos de la opresión llevada a cabo por un sistema autoritario en Alemania del Este, nos incentivan hoy y todos los días a seguir luchando por los derechos y las libertades en cada continente. La responsabilidad por los valores del Estado de Derecho y de la Libertad es también central en la política exterior.
De la amplia gama de actividades en nuestro trabajo de desarrollo, déjenme hoy, en este día de la libertad, mencionar solo una: Alemania y Guatemala trabajan unidos para el fortalecimiento del Estado de Derecho. Juntos no solo con nuestro socio Guatemala, sino también con socios de otros países, con el sistema de las Naciones Unidas, en especial con la CICIG, y con la sociedad civil cada vez más activa.
Permítanme aquí una observación personal: en Guatemala existe un amplio debate público sobre la pregunta ¿cómo podemos asegurar aún más que en el futuro la independencia de las instituciones del Estado de Derecho, garantizada en constitución y ley, se pueda cumplir en toda su sustancia y significado?
Los medios de comunicación y la opinión pública guatemalteca han reconocido que las Comisiones de Postulación para el nombramiento de altos funcionarios del poder judicial, no son solo temas para expertos, al contrario, si es central para nuestro futuro y nuestro desarrollo cuando se decide quién será nuestra Fiscal General o quiénes serán nuestros magistrados, por lo que tiene que haber transparencia.
Bismarck dijo una vez: “la gente no dormiría tranquila si supiera cómo se hacen las salchichas y las leyes”. Podemos ver que Bismarck, un gran hombre, entendía más de salchichas que de democracia, podemos ver también que un Embajador de Alemania jamás podría hablar de libertad sin mencionar las salchichas.
Guatemala, en cambio, ahora quiere saber exactamente cómo se “hacen” sus magistrados, ¡qué bien!, ya que hace pocos años nadie se ocupaba de estos temas.
Así, queridas damas y caballeros, comienza el progreso, con interés público. Por lo menos en una democracia. Me llena de orgullo y satisfacción que mi país pueda aportar a este proceso.
Su bello país, Guatemala, tiene un gran potencial y la oportunidad de ver el futuro con optimismo, gracias a su gente trabajadora, inteligente, educada y con espíritu emprendedor, una sociedad civil cada vez más activa y bien informada, a sus empresarios, profesionales y trabajadores de alta calidad, a su gran diversidad cultural y natural, además de su Constitución democrática, a los avances en la libertad de opinión y de prensa, a los avances en el Estado de Derecho, a la separación de poderes, a la voluntad de elecciones libres, y a su gran potencial económico.
Y para no olvidar un factor de gran importancia, Guatemala tiene un gran número de amigos en el mundo, no solo Alemania, pero muchísimos países más, muchos de ellos representados hoy aquí en esta Plaza de la Libertad.
Queridos amigos, agradeciendo su paciencia y atención, les invito a brindar conmigo en pro del bienestar de nuestros pueblos de la amistad entre Alemania y Guatemala, Europa y América Central.”