Urge privilegiar la generación energética de fuentes renovables

Me agobia creer que en lugar de estar buscando soluciones permanentes a futuro, aún estemos pensando en cómo seguir haciendo lo mismo para conseguir resultados diferentes.

Vienen tiempos difíciles. O si usted lo prefiere, cada vez resulta más evidente la necesidad de preparase para un futuro incierto en materia energética. Esa visión cuasi apocalíptica parece inevitable. La economía del mundo ha atravesado por un período de crisis y en el área energética, el tema pareciera empeorar a mediano plazo.

Hace pocos días leí una entrevista en la revista Foreign Policy, donde se pregunta a dos prestigiosos analistas de economía y geopolítica sobre el futuro del mundo ahora que los precios del petróleo amenazan con hacernos naufragar a todos. Los entrevistados fueron Nouriel Roubini, experto en economía global, de la Universidad de Nueva York, y el doctorado en Harvard experto en geopolítica, Ian Bremmer.

Ambos señalaban sobre los riesgos de una confrontación mundial nacida en un ataque al programa nuclear iraní.

En el análisis, Noriel Roubini nos dice que una guerra por petróleo parece probable. Y nos indica que el impacto sería tan grande que ni las reservas mundiales tendrían la capacidad de amortiguar el daño que causaría el petróleo a US$200 por barril si se produce la guerra con Irán y queda bloqueado el estrecho de Ormuz.

Sin embargo, algo alentador surgió el pasado 9 de abril, cuando la representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, anunció haber recibido una carta de las autoridades iraníes en la que manifiestan su disponibilidad para un encuentro a partir del 10 de noviembre de 2012, a efecto de reanudar el diálogo nuclear con Occidente.

Empero, la fría lectura del futuro de corto y mediano plazo nos indica que el mundo corre sobre una línea de difícil gestión económico – política. Naciones como la nuestra solo pueden tomar las previsiones del caso, como por ejemplo, analizar si hay beneficios reales y prácticos en la adhesión a Petrocaribe o impulsar aceleradamente la modificación de la matriz energética convirtiendo cuanto antes nuestro parque generador en uno que consuma recursos renovables, “agua, viento y geotermia”, pues con esos 4.1 millones de barriles de búnker que consumieron las plantas térmicas chapinas en 2011 nos iría muy mal en una eventual explosión del precio del crudo, pues representaría un gasto de más de US$800 millones, sin contar los casi 18 millones de barriles que consumimos en gasolinas y diesel, que serían a ese precio, otros US$3,600 millones.

Los guatemaltecos debemos abrir la mente y admitir que, así como estamos cultivando maíz sobre metales preciosos, también usamos para la contemplación y el riego mucho caudal fluvial, sin obtener a cambio absolutamente nada. Vemos el futuro incierto, sabemos del impacto que tendría sobre nosotros una nueva crisis energética y nos resistimos a tomar las medidas correctivas que se necesitan para alejarnos poco a poco de la dependencia de los combustibles fósiles y encaminarnos hacia una era de energía generada con recursos renovables.

O sea, accedemos al diagnóstico, contemplamos las rutas pero nadie inicia el proceso de solución al problema. Es una visión patética que terminará con nuestro ánimo social.

O pensamos y decidimos cómo la naturaleza nos ayudará con la pesada carga que implica usar combustibles fósiles para tener energía, o apostamos sobre la fecha en que la factura petrolera terminará por devorar nuestras esperanzas.

¿Qué es lo que pienso sobre este momento de riesgo descrito por estos prestigiados analistas? Me declaro muy preocupado porque tienen razón en su análisis de riesgos. Y me agobia creer que en lugar de estar buscando soluciones permanentes a futuro, aún estemos pensando en cómo seguir haciendo lo mismo para conseguir resultados diferentes. Propongo al Gobierno declarar la emergencia nacional del sector y privilegiar todas las ofertas de producción de energía con fuentes renovables que tenga a la mano y por supuesto repensar sobre todas las ofertas de generación con combustibles fósiles.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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