Luis Lara, advierte del peligro que corre la estabilidad económica del país.
Luis Lara, representante del sector financiero en la Junta Monetaria y gerente del Banco Industrial, también ha calificado de críticos los niveles de endeudamiento público de Guatemala. A su juicio, está a un paso de caer en un escenario complicado. “No es que estemos en un nivel crítico pero sí llegando a esas consideraciones”, advirtió Lara.
Al analizar el comportamiento, explicó que hay varios indicadores que se utilizan para determinar la gravedad del endeudamiento de un país. El que se utiliza mucho es compararlo sobre el Producto Interno Bruto (PIB) y que ha llegado a situarse en un 26 por ciento. “Si se toma en cuenta esta medición, diríamos que la deuda todavía es manejable, pero hay otro indicador importante y es cuando se compara con los ingresos fiscales; y aquí estamos arriba del 200 por ciento”, añadió el gerente del Banco Industrial. En ese sentido, señaló que este nivel está llegando a límites críticos.
La velocidad es lo que preocupa
Pero no es solo el monto de la deuda pública interna y externa del país lo que preocupa. Lo más delicado es la velocidad con la que esta se ha incrementado en los últimos años, sostuvo el banquero. Y es que, según explicó, a diciembre de 2007 la deuda total del país era de unos Q56 mil millones mientras que a 2011 casi se duplica. “Ese nivel de endeudamiento no puede continuar, es insostenible”, reiteró.
Adicionalmente, según Lara, también preocupa el hecho de que los Gobiernos han endeudado al país para destinar esos recursos a gasto corriente (pagar salarios) y no para fines de inversión en capital humano o infraestructura.
Por consiguiente, Lara manifestó que el Gobierno debe trabajar para mejorar en sus controles de gasto, ser eficiente y transparente. Hizo una reseña y explicó que entre 2002 y 2010, los ingresos fiscales de Guatemala han mantenido niveles de aumentos sostenibles del nueve por ciento, aproximadamente; la recaudación tributaria se ha triplicado durante ese período. No obstante, los resultados de ese aumento de la recaudación de impuestos no se han traducido en beneficios puntuales o en indicadores sociales, precisó Lara.
“Si se toma en cuenta esta medición, diríamos que la deuda todavía es manejable, pero hay otro indicador importante y es cuando se compara con los ingresos fiscales; y aquí estamos arriba del 200 por ciento”.
Urge un esfuerzo integral
A criterio del experto, el país (Gobierno y sociedad civil), deben trabajar para lograr que haya una ejecución presupuestaria eficiente, sobre la base de las prioridades del país. Se debe trabajar en el control del gasto y transparencia en el mismo, ampliar la base tributaria (atacar la evasión y el contrabando), cobrando impuestos a quienes no pagan y contener la deuda pública porque no se puede mantener un comportamiento como el que se ha registrado en los últimos tres años del actual Gobierno, indicó. Si se sigue con ese ritmo, la estabilidad macroeconómica se pone en peligro y, además, también las firmas internacionales pueden degradar la calificación de riesgo país.
Y sobre la reforma fiscal, a juicio de Lara “sí hay que hacer algo”, pero no se pueden aprobar enmiendas tributarias si antes no se trabaja en la transparencia, en la eficiencia del gasto y en la ampliación de la base de contribuyentes. Debe ser un esfuerzo integral en esas tres áreas, sostuvo.