Sin corrupción, solo desarrollo

Si hacemos un intento por encontrar el significado de la palabra reputación, podríamos decir que es la opinión que algo o alguien posee en un entorno social y que se ha construido en su círculo de influencia. Una buena reputación significa prestigio, estima y buen nombre, mientras que una mala representa la deshonra y falta de respetabilidad.

Como personas, familia, comunidad, ciudad y país, nos debe preocupar nuestro buen nombre, basado en el actuar ético y transparente, pues es la única forma de obtener una notoriedad y admiración en una sociedad que busca encontrar el rumbo adecuado.

Es importante mencionar que el combate a la corrupción es un reto constante y requiere un enfoque integral y a largo plazo. Adicionalmente, la colaboración y participación de cada persona y actores clave también son cruciales para lograr medidas exitosas.

Se vuelve imprescindible tomar la decisión de encontrar esas rutas que sean comunes, con el objetivo de que quienes llevan el liderazgo del Estado y las instituciones privadas, implementen medidas para abordar la corrupción.

La lucha contra la corrupción es un reto periódico, constante y disciplinado”.

El tema se ha estudiado ampliamente a nivel mundial y existen mecanismos efectivos, ya probados, que permiten tener avances importantes. Estas medidas anticorrupción no son mágicas, pues requieren un proceso de aprendizaje y de creación de cultura en todas las instituciones.

Algunas son:

  1. Liderazgo ético y ejemplo desde arriba.
  2. Transparencia y acceso a la información.
  3. Creación y fortalecimiento de instituciones o departamentos de control independientes.
  4. Fortalecimiento de la regulación.
  5. Capacitación, comunicación y sensibilización.
  6. Monitoreo e investigación de políticas anticorrupción.
  7. Uso de tecnologías.
  8. Protección a denunciantes (whistleblowers).
  9. Auditorías internas y externas, y ambiente de control.
  10. Cooperación internacional e interinstitucional.

En nuestro país tenemos la gran oportunidad de ser actores importantes para tomar un rumbo enfocado en la integridad y valores, mejorando la percepción dentro y fuera de las fronteras. Las acciones anticorrupción pueden variar según la situación de cada país o institución, pero la lucha contra la corrupción es un reto periódico, constante y disciplinado que requiere del compromiso continuo de la sociedad, el gobierno y las instituciones para lograr resultados significativos. No debemos esperar a que alguien lo haga por nosotros.

Por: Zoltán Rodas | Presidente de la World Compliance Association, Capítulo Guatemala

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