Cámara de Industria de Guatemala (CIG) cuenta con más de mil 200 socios y, entre otros, representa a los sectores de manufactura, minería, energía eléctrica, telecomunicaciones, alimentos y bebidas, calzado y textiles, metalurgia, y proveedores de suministros y servicios a estos y otros sectores.
Según el Banco Mundial, la industria guatemalteca representa el 12.07% del empleo formal y el 23.39% del Producto Interno Bruto (PIB). De los impuestos recaudados por el Estado, el 23.8% provienen de las actividades industriales. La industria aporta más al fisco en Guatemala que en muchos otros países. Nuestra recaudación de impuestos corporativos como porcentaje del PIB es 3.2% más alto que Estados Unidos (EE. UU), Canadá y varios países escandinavos. En Guatemala, los impuestos sobre industria y servicios representan el 7.94% del valor agregado, que es más alto que en Alemania (6.74%), Surcorea (6.35%) y EE. UU. (0.38%).
La industria, como parte del sector privado organizado (SPO), contribuye también al seguro social y a la capacitación laboral. El 9.4% de las empresas contribuyen el 80% de los aportes al Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP). Asimismo, sectores industriales son los más representados del sector privado entre los cotizantes al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
Las metas de crecimiento industrial y manufacturero que guían la estrategia industrial de CIG son viables”.
Metas industriales para Guatemala
Con una buena estrategia y política industrial, Guatemala puede subir su participación manufacturera e industrial en el PIB de 14.1% y 22.65%, respectivamente, a 24% y 34%. Con esto igualaría a los países de ingreso medio alto en el mundo, por eso es necesario crecer los sectores de manufactura e industria a un ritmo anual de 6% por varias décadas seguidas. Con esto lograríamos crecer el PIB a un ritmo anual arriba del 5%.
Las metas de crecimiento industrial y manufacturero que guían la estrategia industrial de CIG son viables. Lo sabemos porque ya lo hemos hecho. En las décadas de 1960 y 1970, Guatemala crecía su industria a un ritmo anual promedio de 7.5% y su PIB al 5.7%. Estas tasas de crecimiento son similares a las de los Tigres Asiáticos que lograron alcanzar el desarrollo en poco tiempo por medio del proceso de industrialización. Vale la pena recordar que, en 1961, Guatemala era un país más rico en términos de PIB per cápita (PPC) que Surcorea y Taiwán; hoy, Surcorea es la décima economía más grande del mundo. El análisis estratégico de CIG ha revelado que países que logran crecer su PIB al ritmo anual promedio de 6% y su industria uno o dos puntos porcentuales arriba de eso, logran incrementar su nivel de vida sustancialmente en 40-50 años.
La industrialización beneficia a todos los sectores productivos y a la población en general. Es importante recordar que el trabajo industrial formal goza de protección social y de mejores condiciones de trabajo. El salario industrial es más alto que el PPC y que el salario mínimo, y duplica el ingreso rural informal promedio.
¿Qué es la política industrial? Los elementos de una política industrial que sirven de base para una estrategia nacional de industrialización son:
- Gobernanza: sin buena institucionalidad, la política industrial fracasa.
- Regulación: marcos regulatorios para fomentar la inversión
- Incentivos fiscales: exoneración de impuestos para nuevas inversiones.
- Integración económica y comercio exterior: apoyo a la exportación de bienes y servicios.
- Política salarial diferenciada.
- Infraestructura: inversión en carreteras, puertos, aeropuertos y otras infraestructuras clave para el desarrollo industrial.
- Reorientar la asistencia internacional hacia la industrialización.
- Investigación, innovación y tecnología: incentivos para la investigación y desarrollo (I+D) en nuevas tecnologías y programas de transferencia de tecnología.
- Financiamiento/crédito: préstamos y garantías para apoyar nuevas inversiones.
- Formación y educación: capacitación para trabajadores y empresarios.
La política industrial busca potenciar el crecimiento industrial para lograr mayor desarrollo en tiempo real. Se enfoca en mejorar la eficiencia y competitividad, sin interferir en el funcionamiento de los mecanismos de mercado. La política de industrialización se basa en la creación de un ambiente favorable para la inversión y la innovación. Los programas insignia de CIG: GuateÍntegra, Guatemala Emprende, Comunidades Prósperas y el Instituto de Liderazgo y Gobernanza ASTRA, se dedican a esto.
La política industrial busca potenciar el crecimiento industrial para lograr mayor desarrollo en tiempo real”.
La importancia de la industrialización
La industrialización es prerrequisito del desarrollo. Afortunadamente, Guatemala tiene buenas relaciones con los países democráticos que hoy son ejemplos a seguir: Japón, Surcorea y Taiwán, los cuales utilizaron políticas industriales para apoyar el desarrollo de industrias estratégicas, fomentar la innovación y la transferencia tecnológica, y mejorar su competitividad global. Acumularon capital, potenciaron la creación de empleos industriales y aumentaron su riqueza en relativamente poco tiempo.
Estos países lograron progresar sin ley de competencia onerosa que castigara a la acumulación de capital, lo cual es clave para el éxito de una estrategia de industrialización y desarrollo. Con el tiempo lograron reducir sus niveles de pobreza, con base al crecimiento económico y no la asistencia social. Este es el modelo a seguir para Guatemala.
CIG trabaja su estrategia de industrialización bajo el esquema de las 6 I’s del desarrollo: instituciones, industrialización, inversión, infraestructura, integración e I+D.
La estrategia de CIG se basa en promover la industrialización como prioridad nacional. En esta estrategia, la inversión es clave, especialmente cuando es dirigida hacia la infraestructura, que no solo trata de carreteras y puertos, sino también en la educación y salud. Esta inversión redundaría en mayores niveles de productividad.
También es importante lograr economías de escala. La integración económica centroamericana es otra prioridad importante en este sentido, sobre todo si se consideran las oportunidades industriales que surgen de la estrategia de nearshoring de Estados Unidos, que tiene la intención de trasladar parte de la cadena de suministros industriales a países cercanos y aliados. Guatemala cumple con ambos requisitos.
Guatemala debería aplicar las lecciones aprendidas de los países referentes en materia de industrialización. CIG se dedica institucionalmente a la promoción de este aprendizaje clave.
Por: Nicholas Virzi, Ph.D.