Los resultados de las elecciones de medio término en EE. UU. tomaron por sorpresa a muchos. El escenario parecía indicar que los Republicanos podrían ganar ambas Cámaras del Congreso o por lo menos la Cámara Baja y consolidar lo que muchos llegaron a llamar “Tsunami rojo” u “Ola roja”. Sin embargo, hubo un “Muro azul” que contuvo esa tan esperada ola Republicana.
Las elecciones de medio término sirven como un mecanismo de rendición de cuentas para el presidente y su partido, además de ser una especie de termómetro que mide su popularidad entre el electorado. Generalmente, estas elecciones no son favorables para el partido en funciones, por lo que se espera que se dé una pérdida considerable de escaños en ambas Cámaras del Congreso. Tras un análisis de las diferentes encuestas durante las primarias y semanas antes a las elecciones del 8 de noviembre, los datos parecían confirmar que los Demócratas perderían al menos una de las Cámaras del Congreso y que los Republicanos obtendrían un alto margen en su victoria.
Con una aprobación menor al 50% desde agosto del año pasado, Joe Biden se convirtió en uno de los presidentes más impopulares en décadas. Si a esto le añadimos la preocupación del electorado en temas clave como la economía, la inflación récord, los problemas en la frontera y el incremento del crimen, se entendería por qué los Republicanos tenían la esperanza de obtener buenos resultados en estas elecciones. Sin embargo, los Republicanos solo obtuvieron la Cámara Baja con un leve margen de victoria, mientras que los demócratas mantuvieron el Senado, pero ¿a qué se deben estos resultados?
Las elecciones de medio término sirven como un mecanismo de rendición de cuentas para el presidente y su partido”.
Primero se debe mencionar que, en efecto, sí hubo una “Ola roja”, ya que los Republicanos ganaron el voto popular con casi cuatro millones de votos. Además, en Estados como Florida, lograron obtener un margen de victoria sumamente alto. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, hubo un “Muro azul” que limitó a los Republicanos. ¿Qué es este muro azul? ¿Qué aspectos lo componen? El “Muro azul” se compone de una serie de Estados que los Demócratas han logrado ganar sistemáticamente. No obstante, podemos considerar que este muro va mucho más allá del simple hecho de ganar esos Estados. Por lo tanto, las estrategias utilizadas por los Demócratas durante las elecciones son clave para entender la estructura de ese muro. Y aunque se podrían mencionar un sinfín de ellas, tres son importantes.
En primer lugar, la aplicación laxa de las normas de votación. Los cincuenta Estados cuentan con diferentes normas para ejercer el voto (voto anticipado, por correo, por orden de preferencia, etc.). Aunque los Republicanos favorecen el voto que se da el día de las elecciones, los Demócratas prefieren el voto por correo y anticipado junto con la estrategia de recogida de papeletas. En Pensilvania, por ejemplo, casi la mitad de los votos por correo se habían emitido antes de la fallida participación del Demócrata John Fetterman en el debate por el Senado, los cuales le dieron la victoria.
En segundo lugar, la estrategia de los Demócratas para ganar el voto de los jóvenes. Dos temas son importantes en este punto: el aborto y los prestamos estudiantiles. La derogación de Roe v. Wade y la supuesta prioridad del partido Demócrata por legislar sobre el aborto, además de su apuesta por condonar hasta US $20,000 de deuda estudiantil por persona, atrajo a un electorado joven (18 – 30) que creyó que los Demócratas podrían cumplir con ambas promesas. Esta estrategia sirvió para los Demócratas, ya que en efecto hubo un alto porcentaje de jóvenes que les dieron su voto. Sin embargo, esas promesas parecen no mantenerse en pie tras las elecciones intermedias.
En tercer lugar, la demonización de los “Republicanos maga” y su financiación. A pesar de considerar a estos Republicanos como una amenaza para EE. UU., varios grupos Demócratas decidieron financiar sus campañas e impulsar su victoria en las elecciones primarias. Su objetivo: que los “Republicanos maga” ganaran sobre Republicanos más moderados y así lograr que los candidatos Demócratas obtuvieran resultados más favorables en las elecciones intermedias. ¿Funcionó? Parece que sí.
Aunque la victoria Republicana en la Cámara Baja no fue la esperada, no debe pasar desapercibida”.
A pesar de que las estrategias utilizadas por los Demócratas limitaron el margen de victoria de los Republicanos, el Grand Old Party (GOP, por sus siglas en inglés) tendrá un poder notable en el Congreso. Empezando con el hecho de que los Republicanos tomarán el control de comités clave en la Cámara Baja, lo que les dará la capacidad de legislar e iniciar investigaciones sobre Joe Biden y funcionarios de su administración. Esto, además, les dará una gran influencia en cuanto a la dirección de las políticas domésticas y exteriores del país, con lo que tendrán una mayor intervención en temas clave como la economía, los problemas en la frontera y el incremento del crimen, entre otros. Aunque la victoria Republicana en la Cámara Baja no fue la esperada, no debe pasar desapercibida, ya que para países como Guatemala representa una gran oportunidad para reforzar las relaciones comerciales y aprovechar las estrategias del nearshoring y friendshoring.
Por: Paulina Briz | Coordinadora de la Dirección de Análisis Estratégico de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)