Helados: felicidad y bienestar

La industria de helados inició en Guatemala a mediados del siglo pasado, orientada a satisfacer únicamente el mercado guatemalteco. Sin embargo, a partir del año 2000, como parte de su estrategia global, incursionó exitosamente en el mercado centroamericano, luego en República Dominicana y Belice, y más recientemente inició ventas en el exigente mercado estadounidense. Los principales destinos son Honduras que representa el 64% del total de exportaciones de helados, seguido por El Salvador con el 32%, República Dominicana con el 2.2%, y Costa Rica con el 1.26%.

En los últimos cinco años, las exportaciones han crecido a una tasa promedio anual del 17%, registrando la mayor tasa del período en 2021 con un 46.5% respecto a 2020, año en el que las exportaciones se mantuvieron casi en los mismos niveles de 2019, y es uno de los productos que mantienen una balanza comercial positiva.

La industria de helados, además, compra varias materias primas nacionales como frutas, galletas, mermeladas, chocolate, azúcar, grasa vegetal y leche, para la producción de los mismos, lo cual la posiciona como una importante fuente de empleo.

En 2021 generó 4 mil empleos directos y 20 mil empleos indirectos, beneficiando a igual número de familias tanto en la ciudad de Guatemala como en el interior del país, puesto que esta dulce experiencia llega hasta los lugares más recónditos del país.

Además, la industria ha estado realizando un proceso constante de innovación para adaptarse a las tendencias globales en el consumo de helados, habiendo realizado inversiones por más de Q240.0 millones en 2021.

Más allá de la felicidad

La popular frase: “No se puede comprar la felicidad pero se puede comprar un helado, que es bastante parecido” resume las sensaciones que despierta un helado. Según un artículo publicado en agosto de 2018 en la Revista National Greographic, un estudio del Centro Médico de la Universidad de Maryland, reveló que los helados contienen triptófano, un aminoácido que ayuda a aumentar la producción de serotonina que es la hormona que nos da el sentido de bienestar, felicidad, ayuda a combatir el estrés, a relajarnos y a dormir mejor.

Asimismo, el helado es una rica fuente de calcio, carbohidratos, riboflavina y vitaminas como A, C, D, E, K, B-6 y B-12, por lo que ofrece beneficios para la salud como fortalecer los huesos, proporcionar energía, reducir la presión arterial, estimular las funciones cerebrales y reparar el tejido muscular.

Otra de las características sobresalientes de los helados es su extensa variedad y formas de comercialización, lo que permite al consumidor acceder fácilmente a estos productos. Hay a base de leche, frutas, combinaciones con chocolate y una diversidad de sabores casi ilimitada. Las estaciones marcan tendencias: en verano los consumidores prefieren los helados de sabores cítricos y frutas tropicales como el mango, coco y piña, mientras que en invierno la demanda de sabores como el chocolate, café, nueces y almendras, aumenta.

Se pueden servir como postres en copas, conos, vasos o en empaques individuales, aspecto que define en gran medida los canales de comercialización.  Según el Ministerio de Economía (MINECO), el mayor canal de comercialización de helados en Guatemala lo constituyen los supermercados, hipermercados, tiendas de conveniencia, tiendas de descuento y vendedores minoristas que representan el 68.9% del mercado. Las tiendas de barrio representan el 29.1% y el restante 2% corresponde a heladerías, tiendas en línea y las carretillas de helados.

Según Euromonitor Internacional, el consumo per capita de helados en el mundo es de 2.86 litros al año, con un crecimiento anual del 3%.  Los países desarrollados son los que registran el mayor consumo per capita alcanzado cifras de 17.5 litros en Australia, que es el mayor consumidor en el mundo, o Estados Unidos con 15.3 litros. En Latinoamérica, Chile es el que lidera el consumo de helados con 7.7 litros, seguido de Costa Rica con 2.8 litros y Uruguay con 2.7 litros. En Guatemala la cifra todavía es conservadora, ya que no sobrepasa los 1.2 litros al año.

Las tendencias del mercado

El aumento de las tendencias de salud y bienestar, especialmente después de 2020, ha generado una creciente tendencia al consumo de productos saludables, lo que ha llevado a la industria heladera guatemalteca a realizar mayores inversiones en el desarrollo de nuevos productos como helados a base de yogurt, frutas y edulcorantes naturales, lo que está contribuyendo a la expansión de la industria no solo en el mercado local sino también a nivel internacional, abriéndose un espacio muy prometedor en el segmento de alimentos saludables.

La versatilidad del helado también ha generado una tendencia emergente de productos híbridos. Desde los años cincuenta, la combinación de helado de vainilla con refresco de cola, cedió el paso a otras mezclas como helado con pasteles, galletas, malvaviscos, wafles, café y otro tipo de bebidas frías, que augura a la industria un mayor crecimiento en los próximos años.

Por: Marissa Mont | Gremial de Helados, Postres Congelados y Refrigerados

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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