A pesar de que la igualdad de género es un asunto que ha cobrado relevancia en las agendas de los gobiernos y que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, los sesgos y diferencias entre mujeres y hombres siguen presentes. En 2020, solo el 47% de las mujeres en edad de trabajar participaron en el mercado laboral, en comparación con el 74% de los hombres. Una brecha que se ha mantenido relativamente constante desde 1995.
Pareciera ser insuficiente el hecho de que las mujeres y las niñas representamos poco más de la mitad de la población mundial, lo que implica la mitad del potencial de la humanidad para garantizar sociedades más prósperas, inclusivas y justas.
En tanto que los gobiernos son los responsables de generar políticas y marcos legales para que las mujeres tengan el protagonismo y derechos que necesitan y merecen, las empresas deben llevar a la práctica iniciativas y programas que garanticen su plena participación y empoderamiento desde los espacios de trabajo.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la equidad de género en las empresas es la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades que deberían beneficiar a todas las personas, sin importar su género. Sin embargo, muchas mujeres aún siguen enfrentando desafíos de representación y oportunidades limitadas en algunos sectores laborales y geografías.
El último estudio “When Women Thrive 2020” de Mercer, consultora global de gestión de activos, revela un panorama claroscuro en el mercado laboral. Mientras el 81% de las organizaciones en todo el mundo afirman que es importante mejorar la diversidad y la inclusión, solo el 42% de las empresas tiene una estrategia definida para lograr la equidad de género.
Empresas a la acción por la inclusión y equidad
Las corporaciones son un motor de cambio que pueden capitalizar su impacto para cerrar la brecha de género que aún prevalece en el ámbito laboral, a través de políticas y programas que garanticen sueldos en igualdad de remuneración; acceso a oportunidades de desarrollo sin importar las condiciones y preferencias de las personas; promoción del liderazgo femenino en todos los niveles de las empresas; además de fomentar una cultura inclusiva e iniciativas que erradiquen la violencia y el acoso hacia las mujeres.
Por su poder de influencia con el resto del personal, los líderes empresariales tienen la oportunidad de impulsar la formación de equipos con balance de género, resaltar historias laborales femeninas exitosas y diseñar programas que tengan una resonancia y avance para las próximas generaciones que se integrarán al mercado laboral.
Romper con los sesgos y estereotipos culturales es fundamental, por lo que cualquier empresa, sin importar su tamaño y sector al que atiende, debería fomentar una perspectiva inclusiva y de no discriminación, en la que todos los colaboradores reconozcan que la mancuerna mujer-hombre genera espacios de trabajo más productivos, más dinámicos y, claramente, más justos.
En ese sentido, son las multinacionales las que se destacan por demostrar un compromiso creciente con la igualdad de género, como la empresa de Servicios Digitales Integrados Teleperformance, que a través de su iniciativa TP Women, ha conseguido formar una red de apoyo y mentoría para que las mujeres sean inspiradas por otras mujeres a alcanzar un crecimiento profesional. Además de que la compañía se ha esforzado en mejorar la promoción del personal femenino en puestos de responsabilidad, pues la inserción de las mujeres es clave para aumentar el compromiso, incrementar la motivación y empoderar al resto del personal.
Aunque aún queda un largo trecho por avanzar, la participación femenina adquiere cada vez mayor notoriedad, por lo que las empresas deben seguir abriendo camino a la equidad en todas sus formas y escenarios, y conseguir que a través del trabajo se respeten y miren a las mujeres más allá de su género, ya que la equidad tiene mucho que aportar no solo a la prosperidad de los individuos y de las organizaciones, sino también a un futuro más justo para la humanidad.
Por: Ana Gabriela Abugarade | Gerente de Recursos Humanos de Teleperformance Guatemala