Cuando se comienza la conceptualización del proyecto ya sea residencial, comercial o de oficinas, la ubicación y el entorno es uno de los elementos más importantes a tomar en cuenta.
Colaboración especial:
Alejandro Fernández
Grupo Rosul
Con el paso del tiempo y el incremento de la densidad poblacional en las ciudades, el tránsito es un problema mayor. Si una persona trabaja en la zona 10 de la capital, pero vive en carretera a El Salvador puede pasar hasta dos horas en el trayecto de su daily commute. Esto ha ocasionado que muchos que laboran en la ciudad, pero viven en aledaños como Mixco, Villa Nueva, Santa Catarina Pinula, entre otros, hayan preferido migrar a la ciudad para estar más cerca de su vida diaria y no tener que desperdiciar tanto tiempo de su día en el tránsito.
Para muchos ha significado un decremento importante en el espacio de su vivienda. Por ejemplo, dado el costo de la tierra y la disponibilidad de propiedades en la ciudad, muchos que hayan tenido una casa de más de 200 m² con jardín, han tenido que conformarse con un apartamento de 80 m² con un balcón pequeño. Y con el paso del tiempo nuestras ciudades se vuelven más densas y los espacios públicos abiertos, verdes y seguros se vuelven más importantes.
Ubicar desarrollos, junto a espacios públicos bien diseñados con árboles y jardines, tiene beneficios económicos positivos para las empresas, los residentes y la comunidad en general. Hay sondeos que demuestran que las personas, quieren vivir y trabajar en comunidades transitables, lugares que ofrezcan espacios urbanos seguros, limpios, amplios e interesantes para comprar, comer, hacer ejercicio, socializar o simplemente pasar el tiempo.
Parques públicos, plazas, paisajes urbanos y espacios en las aceras, son un esfuerzo en conjunto entre las ciudades y los desarrolladores para continuar promoviendo la inclusión de espacios públicos peatonales orientados para crear comunidades habitables y saludables.
Un proyecto exitoso para la comunidad se logra cuando el soporte del desarrollador ayuda a cerrar la brecha entre, las necesidades de la comunidad y los recursos públicos disponibles para parques y espacios abiertos”
Pero, debe ser un esfuerzo en conjunto, los desarrolladores deben entender que no se trata solo de generar la mayor cantidad de metros cuadrados vendibles. Se debe pensar en más, sacrificar unos metros cuadrados vendibles para generar un espacio común más amplio o invertir un poco más de capital con tal de lograr conservar los árboles que se encuentran en el terreno y generar una placita, ya que esto va a regresar en un valor más alto del resto del proyecto en sí.
La buena intención del desarrollador no cuenta para mucho si no se complementa con la garantía de financiación y el esfuerzo de la entidad pública que será la encargada de avalar que las inversiones en parques de alta calidad y espacios abiertos se mantengan en óptimas condiciones. En muchos lugares del mundo se logran ver los restos de proyectos que se conceptualizaron, construyeron y se echaron a andar con la mejor de las intenciones pero que por la falta de inversión, cuidado y protección necesaria se han quedado abandonadas en el tiempo.
El potencial para hacer proyectos exitosos para la comunidad con la modalidad de inversión público-privada es ilimitada y a largo plazo es una relación ganar-ganar si es bien gestionada, ya que mientras las comunidades vayan teniendo más plusvalía y mayor atracción, todos van ganando.
El lugar que puede ejemplificar esto en la ciudad de Guatemala es el bulevar Las Américas o Parque Las Américas, zona 14, es un espacio lineal de casi tres kilómetros; tiene a un costado la zona 14, con los costos de venta por metro cuadrado más alto de todo el país. ¿A qué se debe esto?, mucho influye, pero sin duda uno de esos elementos es la cercanía a las áreas verdes, pues son proyectos de usos mixtos abiertos y agradables.
En resumen, es el esfuerzo en invertir en espacios públicos y peatonales, que se ha hecho de parte de los desarrolladores y la Municipalidad de Guatemala. En este ejemplo, se puede apreciar cómo personas de todo estrato social y económico disfrutan del mismo espacio, ya sea para descansar bajo la sombra de un árbol o para hacer ejercicio.
Además de los domingos, con el famoso Pasos y pedales, donde se disfruta de un lugar verde, seguro, limpio y bien cuidado, al aire libre, algo muy difícil de conseguir en otros lugares cercanos. Esto no es un concepto nuevo, se ha implementado en otros países del mundo y como en Guatemala, ha generado excelentes resultados.