Debemos ser más digitales, ¿lección aprendida para las empresas?

Si las compañías no están en este momento revisando cómo se van a reconfigurar los modos de consumo, van un poco tarde.

Para este momento la mayoría de empresas han digitalizado toda o parcialmente su organización para poder continuar sirviendo a sus clientes al mismo tiempo que protegen a sus empleados. De hecho, data reciente muestra que a raíz de la pandemia se ha avanzado cinco años en el camino a la digitalización, pasando en empresas de todo tamaño y giro de negocio, desde bancos transformando totalmente sus canales digitales hasta pequeños negocios tomando y cobrando pedidos en línea; sin dejar de mencionar otros escenarios como telemedicina, educación a distancia y la lista es amplia.

De cara a la situación actual, conviene detenerse un momento para darnos cuenta cómo la tecnología nos ha apoyado en tres puntos específicamente:

  • La respuesta rápida que permitió darle a la crisis. Sin tecnología hubiera sido muy complicado conectar toda la cadena de solicitud de ayuda y atención de manera eficiente. Además, la coordinación de recursos y aceleración de los tiempos de respuesta; así como la anticipación de las necesidades de materiales y suministros hubiera sido prácticamente imposible.   
  • La tecnología nos ayudó a empoderar a trabajadores y estudiantes de forma remota casi inmediatamente. Si bien en materia de seguridad hubo que tomar los cuidados necesarios, el estado actual de las soluciones de trabajo y estudio a distancia, nos permitió continuar de manera eficiente.
  • El tercer punto y quizá el más importante, es cómo la tecnología nos permitirá movernos hacia adelante, aspecto no solamente relevante, sino que incluso piedra angular para poder pensar en una recuperación pronta.

Ahora bien, ante este hecho, puede surgir la pregunta totalmente válida, ¿debemos ser más digitales?, la respuesta creo que es evidente, sí; que no es lo mismo a decir que debemos ser totalmente digitales.

El secreto está en determinar cómo incorporar la tecnología dentro de su negocio de manera constante; no como deporte, sino bajo un análisis cuidadoso luego de una exploración de lo existente en el mercado, que nos permita no solo eficientizar procesos sino incluso transformarlos o rehacerlos.   

La tecnología es sin duda alguna, uno de los aliados más importantes que tenemos de cara al futuro y para una recuperación acelerada de la situación que nos ha tocado enfrentar.

De hecho, Mckinsey & Company, en su estudio The COVID-19 Recovery will be digital: a plan for the first 90 days, presenta un plan de tres fases apoyado totalmente por tecnología, que ayudará a las empresas en su recuperación, temas como paridad en canales digitales, recalibración de prioridades de negocio, migración a plataformas en nube e incluso la reconfiguración de los planes de habilidades internas para afrontar de mejor forma el mundo digital, forman parte fundamental de la agenda.

La situación que estamos atravesando marcará un antes y un después para muchas empresas, así que conviene reflexionar por un momento, cuáles son las lecciones que como empresa hemos aprendido:

1. No podemos darnos el lujo de no replantear cómo la tecnología puede aportar a nuestro negocio, sin importar el giro de este. Esta puede apoyar en alguna parte de su cadena de valor, y ahora mismo, no puede ignorarlo, si no lo hace usted, alguien más lo hará, y posiblemente traiga disrupción en su Industria.

2. No tiene que desarrollar todo desde cero, y ni siquiera tiene que hacerlo usted todo.  En este sentido, tenemos la suerte de que no solo la tecnología ha llegado a un estado en donde nos permite acoplar funcionalidades existentes de manera eficiente, como por ejemplo las pasarelas de pago. Incluso servicios que típicamente debía implementar de forma física, pueden ser incorporados dentro de su empresa. Uno de los ejemplos más claros sea quizá la entrega a domicilio, muchas empresas lo incorporaron de manera rápida utilizando a terceros.

3. Debemos monitorear de forma continua las conductas del consumidor, que pueden impactarse por situaciones extremas. Si las empresas no están en este momento revisando cómo se va a reconfigurar los modos de consumo, van un poco tarde; no darse cuenta de que la masa de clientes que consumen sus productos va a cambiar drásticamente, puede dejarlo fuera del negocio de forma permanente.  En este sentido, estudios diversos como el presentado por Ernst and Young en abril pasado o el hecho por el Board of Innovation llamado Low Touch Economy, presentado ese mismo mes, hacen un recorrido bastante interesante sobre dichos cambios.

Podríamos seguir mencionando ejemplos y beneficios de la digitalización en el corto plazo para ayudar a adaptarnos a situaciones inesperadas, como en el largo plazo para hacer crecer nuestra organización; pero terminaremos por decir, que este proceso no es algo que debe ocurrir en un momento determinado como un evento aislado, sino debe ser parte de nuestro proceso reflexivo de mejora continua, sea cual sea la Industria en la que participemos; al final de cuentas, y como lo hemos dicho ya, si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará.

Colaboración especial: Erick Sosa

Business Group Lead Cloud Microsoft

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