SAT y DEI, renovadas por la transparencia
Guatemala y Honduras son vecinos pioneros en la integración centroamericana con la implementación de un modelo de unión aduanera en sus territorios y en el último año ambos han avanzado en procesos de reestructuración fiscal y aduanera para aumentar la transparencia y competitividad
Los procesos para fortalecer los receptores de tributos en Guatemala y Honduras son parecidos. Así lo explica Boris Cabrera, consultor de Facilitación del Comercio: “estos cuentan con sus particularidades nacionales, son ejecutados de diferente manera, pero tienen finalidades similares”.
El caso más cercano es la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) en Guatemala, cuyas nuevas autoridades adoptaron un enfoque agresivo de auditoría interna y de ajuste de cuentas con evasores. La primera causó el despido de personal, entre ellos ocho administradores de aduanas, quienes no cumplían procedimientos o no aprobaron la prueba de confianza. La segunda regresó la lucha contra el contrabando como un tema priorizado en la agenda.
Pero la SAT se fortalece y no está en camino de desaparecer como la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) en Honduras.
Su cierre fue anunciado por el Presidente Juan Orlando Hernández en diciembre de 2015 y se hizo oficial en marzo de 2016. En su lugar se instaló el Sistema de Administración de Rentas (SAR), que se prevé habilitar completamente en diciembre.
El proceso de transformación se realiza para aumentar la transparencia y competitividad para profesionalizar en la recepción de tributos en el país, y se enfocó en el cambio de capital humano.
Según el asesor David Jerezano, citado por el diario hondureño La Prensa, el SAR contará con 1,500 empleados nuevos (900 menos que la DEI) que cumplen con perfiles más específicos de atención al contribuyente y productividad mejorada, y contarán con mejores salarios para disminuir la tasa de sobornos. De ellos, solo han sido contratados alrededor de 380.
Este nuevo sistema en Honduras también implementó la factura electrónica y aumentó la base de contribuyentes en un 98%: pasó de 79 mil personas en enero a 150 mil en septiembre, quienes además cumplen sus obligaciones al fisco, según consigna La Prensa.
Para ambos países los niveles de recaudación se mantienen con buenas perspectivas para 2016. El SAR reunió a septiembre 56 millones de lempiras, 69% de la meta anual de 89.9 millones. Mientras la SAT recaudó Q37.9 mil millones de la meta Q53.8 mil millones (70%).
Cabrera explicó que ambos procesos de reestructuración generaron en su momento “algunas interrogantes sobre la continuidad de la unión aduanera entre ambos países”, ya que el aspecto tributario es una pieza clave del proceso, en especial de cobros en aduanas y liberación en pasos fronterizos. “Pero ya han sido superadas y se mantiene un compromiso al más alto nivel” para implementar la unión aduanera, comentó.