Cambio gubernamental acapara atención
Los análisis en enero se centran en la capacidad del nuevo equipo de gobierno y si este logrará propiciar un clima de negocios favorable a la inversión y a la generación de empleos formales.
A diferencia de los últimos 3 años, este 2016 arrancó con la expectativa de un nuevo gobierno, centro de atención en enero,tanto por la conformación del Gabinete como con los anuncios de los nuevos planes, esta vez presentados sin el temor de perder caudal electoral.
Un crecimiento del 4.1% en 2015, cifra que se oficializará a finales de enero, y la proyección de un mayor crecimiento delos socios comerciales de Guatemala, ayudarán a que, según el Banco de Guatemala, la economía pueda volver a crecer por encima de ese porcentaje.
El reciente cambio de gobierno puede propiciar sorpresas positivas, siempre y cuando emprendan políticas decididas a favor de la modernización del Estado y a una mayor independencia del Sistema de Justicia. De acuerdo con las previsiones de los analistas económicos, los inversores observan con atención las medidas que se tomarán en el ámbito político para asegurar proyectos pendientes.
Los últimos datos apuntan que la economía continuará en el 2016 con el mismo ritmo de 2015, con un repunte en la producción industrial, propiciado por la reducción de los precios de la electricidad. Una asignatura pendiente sigue siendo la modernización y eficiencia en los puertos y se prevé el inicio de proyectos de infraestructura, en especial carreteras que unen las fronteras.
De acuerdo con empresarios consultados, un plan de estímulo en infraestructuras, que puede abarcar alianzas público-privadas, podría disparar el crecimiento del Producto Interno Bruto hasta en un 1% adicional, y ser fuente generadora de empleos formales, sobre todo en el interior del país.
Este mes, la agenda política es acaparada por la transición gubernamental, y empieza a cobrar forma entre los analistas el debate entorno a los cambios al sistema político. Otra gran pregunta planteada para este 2016 es si la política económica logrará reducir la pobreza y la disminución de la economía informal, cercana al 70%.
También empieza a ser objeto de análisis la capacidad técnica de los nuevos funcionarios de gobierno y las consecuencias que puede tener una gestión gubernamental sin recursos financieros, con un presupuesto cuestionado y la poca injerencia que el Ejecutivo tiene en un Organismo Legislativo que no fue renovado en su mayoría.
El 2016 arrancó, entonces, con altas expectativas en un gobierno que está obligado a ofrecer resultados concretos en poco tiempo, no solo en el ámbito económico, sino también en seguridad ciudadana y en la prestación de servicios vitales, como salud y educación.