En la década pasada inició a cobrar auge en el ámbito mundial el término de “salario emocional”, el cual, se ha comprobado, colabora a un mejor ambiente y mejora la productividad.
Este concepto está asociado a la retribución de un empleado en la que se incluyen cuestiones de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando su calidad de vida y fomentando la conciliación laboral.
Estuardo Del Águila, de la Liga de Higiene Mental, opina que esta estrategia de Recursos Humanos –RRHH-, es esencial para mantener a los buenos empleados en la empresa, ayuda a conciliar la vida familiar y profesional y aumenta la productividad en las empresas, con los recursos mínimos.
“Generar un sentido de pertenencia a la empresa a partir del reconocimiento y valorización de que el empleado tiene una vida familiar, propicia un equipo altamente motivado y comprometido con los objetivos de la empresa”, comentó.
En países desarrollados se han adoptado políticas para mejorar el clima laboral. En España, por ejemplo, se adoptó en el sector público la “flexibilidad de horarios”, para quienes tienen hijos menores a 12 años.
En Guatemala, también hay una iniciativa de Ley sobre el trabajo a tiempo parcial, el cual permitirá flexibilizar la jornada laboral. Por ejemplo, estudiantes universitarios y mujeres que deben atender estudios y hogares, respectivamente, puedan laborar por horas y gozar de prestaciones sociales.
El experto en RRHH, Rafael Alfonso González, indica que los beneficios adicionales que impactan también son cuando el patrono apoya con medicamentos al empleado o a algún integrante de la familia que lo necesite. “Se observan casos en los que se proporciona el almuerzo como parte de los beneficios al empleado, o cuando son capacitados, lo que representa una inversión que da valor al empleado”, comentó.
Entre algunas de las tendencias que las empresas utilizan, según Del Águila, es realizar actividades deportivas entre los distintos departamentos de la empresa, promover actividades familiares en la institución, y espacios de recreación, entre otras.
Las ventajas
Cuando un empresario incluye políticas de retribución emocional, se presentan varias ventajas. Los índices de rotación del personal disminuyen, hay reducción de gastos en relación con selección, formación y administración del personal, señala Gonzáles. “Estos incentivos pueden, incluso, incluirse dentro de los comprobantes de los empleados, para que se sientan más seguros”, señaló.
Otra ventaja significativa para mejorar el clima y la producción es un nivel bajo de ausencia y obtener empleados con elevados índices de competitividad.
Para el trabajador se reducirá el estrés, incrementa la seguridad y equilibrio entre su vida personal y laboral. Además, permite mejor atención a la salud y gente sana trabajando.
“En sociedad, los beneficios son calidad de vida, más equilibrio y armonía, menor porcentaje de desintegración familiar y gente más exitosa”, concluyó Del Águila.