Abatir los niveles de corrupción es otro desafío para este y los subsiguientes años. El año recién pasado no fue el mejor, pues según el Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la organización alemana Transparencia Internacional (TI), el país ocupó el puesto 123 (de 177 evaluados), ubicándose entre los menos transparentes del mundo. En relación a 2012, el país retrocedió cuatro puntos. Es prioritario mejorar en este tema pues incide en la atracción de inversiones y en la generación de empleos. En octubre de 2013, el Congreso de la República aprobó la Ley para el Fortalecimiento institucional, transparencia y calidad del gasto público, y se esperaría que esta normativa empiece a rendir resultados en 2014.