En cuanto a la participación del Ejército en fuerzas de tarea, se hace necesario contemplar un programa de capacitación por fases (3) para los efectivos militares que actúan en apoyo a tareas de seguridad ciudadana
POR RONALDO LEIVA | CIEN
Desde la perspectiva de país, se puede visualizar que la inseguridad en Guatemala tiene costos económicos privados elevados, lo cual perjudica el crecimiento y el desarrollo económico nacional. Ante esto, el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), por medio de su proyecto de Lineamientos de Política Económica, Social y de Seguridad 2011–2021, desarrolló un conjunto de políticas públicas para reducir la criminalidad, las cuales plantearon objetivos en materia de seguridad ciudadana, entre los cuales se presenta: Mejorar la coordinación interinstitucional entre las fuerzas públicas de seguridad (especialmente los policías y el Ejército) y los órganos que integran la justicia.
En concordancia, se observa que durante la actual administración gubernamental se han incrementado las llamadas fuerzas de tarea, integradas por el Ministerio de Gobernación, Ejército de Guatemala, Ministerio Publico y otras instituciones del Estado, bajo una misma visión y con el fin de llevar a cabo acciones de mayor impacto. Esta estrategia exige mayores recursos para tecnificación, capacitación y adquisición de equipos específicos. Actualmente se han diversificado y especializado en diferentes tareas y operan bajo la dirección del Ministerio de Gobernación, siendo estas fuerzas: a) contra el sicariato, b) contra extorsiones, c) contra el secuestro, d) contra el femicidio, e) contra el robo de vehículos y celulares, f) Kaminal (Zona 12 y 7) y g) Maya (zona 18). A un año de Gobierno, no se puede negar que la Policía Nacional Civil ha arrestado ladrones, sicarios, pandilleros y, además, ha logrado liberar secuestrados y la identificación de extorsionistas.
En cuanto a la participación del Ejército en fuerzas de tarea, se hace necesario contemplar un programa de capacitación por fases (3) para los efectivos militares que actúan en apoyo a tareas de seguridad ciudadana. Este programa debiera mejorar sustancialmente el nivel de coordinación entre las fuerzas de seguridad del Estado, pues se enfrentan dificultades al asignar a personal de una institución de defensa para prestar un servicio de apoyo a seguridad ciudadana, sin haber recibido la adecuada preparación en labores que son propias de la Policía Nacional Civil.
Lo que se espera lograr con estas acciones es llegar a un punto en el cual las coordinaciones y acciones de fuerzas combinadas sean efectuadas con mayor profesionalismo y dedicación, unidad de criterio en planificación de seguridad pública, mayor acopio de inteligencia en temas de seguridad ciudadana, colaboración eficaz en los centros penitenciarios, así como una mejoría en el control de armas. Es importante evitar las acciones erróneas, pérdida de tiempo y mal uso de los recursos del Estado.