el trabajo que hace el equipo de Pérez Molina por mejorar problemas como la violencia y la falta de empleo. Pero también creen que ha tenido crasos errores.
ciertos y desaciertos
Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), coincide en algunos puntos con Rosal. ¿Qué ha cambiado? A su criterio, “habían cosas tan mal hechas con Colom que con un poquito se ha cambiado”.
De los aciertos más destacables, según Maúl, está la reforma tributaria, aprobada sin mayores objeciones en el Congreso y sector privado. En seguridad, considera que se ve que hay más esfuerzo y trabajo.
En el área económica, Maúl reconoce el trabajo compartido que realizan los Ministerios de Trabajo y de Economía, dependencias que buscan generar mejores condiciones para las inversiones, incluyendo propuestas para reformar la legislación laboral.
De los desaciertos, Maúl prefiere no ser tan drástico. Al referirse al proyecto de reformas a la Carta Magna, recuerda que lo mismo intentó hacer el expresidente Ramiro de León Carpio. Sí cree que es un error de parte de Pérez Molina pretender aprobar las reformas en tiempo récord y sin mayor discusión. También critica el contrato de usufructo de una central de contenedores del Puerto Quetzal con una empresa española.
POR HERNÁN GUERRA
INDUSTRIA Y NEGOCIOS
En campaña, el ahora Presidente de la República, Otto Pérez Molina, prometía un “Gobierno del cambio” y hacía énfasis en dos de los grandes retos del país: Seguridad y empleo. Casi ocho meses después, las interrogantes flotan en el ambiente. ¿Ha cumplido con esa promesa?, ¿Realmente ha habido cambios en Guatemala?
En tan corto tiempo, es difícil calificar una gestión, pero el profesor universitario y analista, Renzo Rosal, cree que sí hay cambios tangibles aunque no como muchos quisiéramos. Considera que hoy, la imagen Presidencial es más real; el gobernante tiene presencia y un “mínimo control en los principales temas de agenda”. Además, considera que Pérez Molina se muestra interesado, abierto y dialogante; no es cosmético y su accionar es más genuino. Y eso, en términos de país, es positivo, sostiene el analista.
A juicio de Rosal, también se reconoce como positiva la actitud que el mandatario ha mostrado en la agenda de seguridad “aunque en este tema el reto es enorme”. En ese sentido, cree que hay resultados, aunque pequeños si se toma en cuenta la magnitud del problema heredado de la anterior administración.
Gabinete más integrado
Comparado con el Gobierno de Álvaro Colom, en los primeros meses de la gestión de Pérez Molina, se percibe mayor coordinación en su equipo de Gobierno. También es positivo que su gestión sea evaluada por resultados y se nota un gabinete más articulado.
En la parte económica, Rosal visualiza también interés por generar un mejor clima de negocios, especialmente en el área rural. “Haber planteado una estrategia de acciones es un paso importante”. Otro acierto ha sido la Agenda Nacional de Competitividad que, aunque no es un producto nuevo, “es una línea importante de trabajo”.
Los desaciertos
Pero no todo ha sido acertado. Según Rosal, Pérez Molina, ha cometido el error de pretender cambiar –a la ligera– la Constitución y otras leyes, como la despenalización de drogas, o la Ley Electoral y de Partidos Políticos, las cuales requieren un proceso de maduración. “Eso le puede provocar mucho desgaste pues su plan de Gobierno no planteaba eso y se percibe que han sido presentadas de manera acelerada y sin análisis; eso es negativo”. Además, en transparencia, tampoco se ve bien el contrato de usufructo que inicialmente aprobó en favor de una empresa española, precisa.
El Ejecutivo también se ha visto afectado por la casi paralización del Congreso de la República debido a las kilométricas interpelaciones de ministros. En la parte de seguridad, aunque ha habido ligeros avances, Rosal percibe que se abren nuevos desafíos con más redes del crimen organizado. “Este es un pulso que complica a cualquier Gobierno porque afecta la competitividad para atraer inversiones”.
Números
menos rojos
Según registros del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), de enero a julio, se produjeron tres mil 410 homicidios, en su mayoría con arma de fuego. Respecto del mismo período de 2011, representa una baja de apenas 7.7 por ciento.
Según el Inacif, la mayoría de los crímenes fueron con arma de fuego (2,627), 264 con arma blanca y 519 por otras causas.
Sin embargo, para el ministro de Gobernación, Mauricio López, el nivel de homicidios se redujo en un 16 por ciento en el primer semestre.