El banco central y la Junta Monetaria tratan de allanar el escenario para que fluya más el crédito bancario, aprovechando las condiciones internas y externas.
Si la inflación está bajo control, si el crédito bancario al sector privado crece a un ritmo más acelerado del previsto y la economía mundial sigue contraída, no había razones para no bajar la tasa de interés “líder”. Así lo entendió la mayoría de miembros de la Junta Monetaria (JM) que, en su primera reunión de julio, decidió recortarla de 5.50 a cinco por ciento anual.
“Tomando en cuenta que los riesgos a la baja en el crecimiento de la actividad económica mundial siguen altos, consideró (JM) que en esta oportunidad se abría una ventana, temporal y limitada, para reducir la tasa de interés líder de política monetaria”, justificó la JM.
“Desde la perspectiva del mediano plazo, no vemos riesgos inflacionarios y esa fue la razón por la cual la Junta decidió bajarla”, explicó el vicepresidente del Banguat y de la JM, Julio Suárez. Asimismo, el funcionario señaló que el crédito bancario al sector privado ha aumentado a un ritmo interanual del 15 por ciento, superando la proyección del 12 por ciento programada en la política monetaria, cambiaria y crediticia.
Además, el crédito tampoco muestra señales de encarecerse. Al contrario, los bancos del sistema otorgan préstamos empresariales a tasas de hasta un ocho por ciento en quetzales, incluso para financiar compra de viviendas. En suma, según Suárez, las condiciones eran propicias para hacer el recorte.
La tasa “líder” es la que paga el Banco de Guatemala (Banguat) a las instituciones financieras a cambio de que lleven a sus arcas los excedentes de liquidez. A su vez, al recoger estos flujos de dinero, el banco central restringe el circulante, medida con la que evita brotes inflacionarios.
Según el Instituto Nacional de Estadística, de enero a junio la inflación ha aumentado 1.55 por ciento. Y en el último año (junio 2011 a junio 2012), los precios se han incrementado 3.47 por ciento, indicadores que según las autoridades monetarias, reflejan estabilidad. La meta de inflación estipulada para todo el año es de un incremento máximo del seis por ciento.