Las anomalías que hoy se presentan gracias a la decisión de implementar un ente estatal paralelo sin contar con expertos, dieron como resultado miles de quejas y situaciones que han afectado, legal y económicamente, a los guatemaltecos.
Por Humberto Preti Jorquín
Los empresarios vivimos a diario una especie de drama causado por todo lo que tenemos que afrontar con la burocracia: trámites, licencia, multas, permisos, demandas y otras vicisitudes
Para quienes vivimos el calvario de los trámites de diferentes documentos en el Registro Nacional de Personas (Renap), no nos causó ninguna sorpresa la destitución de los cuatrocientos y pico de empleados de dicha dependencia. Y es que era lógico. Muchos de ellos son incapaces de transcribir un texto, copiar un nombre o corroborar una fecha. Otros, son viejos empleados protegidos por el sindicato que nunca pudieron ser removidos por su ineficiencia. Hoy, el nuevo patrono les exigió lo que nunca cumplieron y algunos políticos viendo unos posibles votos, se lanzan en su defensa. Creo que les agrada el tema de los dos documentos a la hora de votar, fraude cantado.
Las anomalías que hoy se presentan gracias a la decisión de implementar un ente estatal paralelo sin contar con expertos, dieron como resultado miles de quejas y situaciones que han afectado, legal y económicamente, a los guatemaltecos. En primer lugar ¿Cómo va a ser que un joven que saca su fe de edad hoy, tendrá su DPI dentro de tres o seis meses? ¿Cómo se inscribirá en la universidad? ¿Cómo sacará los antecedentes penales y policiacos que le exige cualquier empresa?
Además de esta ridícula tardanza, los casos de errores son miles. Mientras hacía fila en el área de correcciones, platiqué con algunos de los afectados, un señor no había nacido pues le pusieron fecha de nacimiento 11 de diciembre de 2011, otra señora aparecía soltera siendo casada y una viuda aparecía casada en un pueblo que no conoce con alguien que tampoco conoce.
“Los guatemaltecos perdemos millones de horas-hombre en larguísimos trámites burocráticos”
Los errores en los apellidos provenientes de datos proporcionados en las cédulas, son inaceptables o los señores, señoras y señoritas no saben leer y escribir o sencillamente no hacen bien su trabajo pues sienten la protección de los políticos y parientes que los ubicaron en los puestos.
Lamentablemente la mayoría de dependencias del Estado está en la misma sintonía; los guatemaltecos perdemos millones de horas-hombre en larguísimos trámites burocráticos. Véanse las colas para sacar antecedentes policiacos que van desde la comisaría hasta la vuelta de la iglesia de La Merced. Dicen haber gastado millones en computadoras y programas de alta tecnología pero por lo visto el dinero ha de estar en otra parte pues en las dependencias no fue invertido. Si un familiar le dejó una herencia, comience a averiguar los trámites para radicar el sucesorio y se irá de espaldas: hay casos que llevan más de tres años, imagínese un intestado. Primero, pasar por el calvario del Renap, luego la inscripción del testamento. Si lo hace después de seis meses: multa. Si tiene que pagar un avalúo fiscal, va a la Procuraduría General de la Nación para que dictamine si no es un bien del Estado, después irá al DICABI, dependencia que determinará si está correcto el avalúo y el monto pagado entre impuestos y multas. Después va a la Contraloría General de Cuentas que dará dictamen positivo o negativo. Si es positivo, regresa al DICABI; si todo está bien, va al Registro de la Propiedad Inmueble.
A la orden del día están palabras como estas: “hoy el jefe no vino”, “pida una nueva cita”, etcétera y no importa si el ciudadano viene de algún departamento con altos costos para su presupuesto. Otra, “hoy ya no lo atienden”, “al encargado lo llamó el ministro, el juez, el magistrado o el presidente”. Cuántas caras largas o con lágrimas hemos visto retirarse con desconsuelo.
Hoy en el Renap se hará una revaluación de las personas despedidas ¿En qué consistirá? ¿Quién hará esa evaluación? Ojalá no sea una de esas calificadoras que tiene el Instituto Nacional de Administración Pública, pues de seguro caeremos en lo mismo, ni sea alguien recomendado por los políticos. Creo que el señor Jorge Matheu se debe poner los pantalones como se los puso al rechazar la petición de los congresistas y sentar precedente.
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