Hablar sobre los tratados de libre comercio es remontarse a la década de los años sesenta y recordar el tema del Mercado Común centroamericano que tenía como objetivo facilitar el intercambio y traslado de los productos en la región Centroamericana.
Más de 30 años han transcurrido desde este primer ejercicio encaminado a fomentar el libre comercio entre las naciones. Muchos obstáculos se han librado para buscar las mejores formas de intercambiar nuestros productos con el resto del mundo.
Aunque los beneficios que estos instrumentos traen para las naciones son enormes, la capacidad de aprovecharlos depende en gran medida de la visión de largo plazo de cada uno de los países signatarios. Esa visión de país que va más allá de los intereses políticos y que deposita en una visión comercial y empresarial los alcances de dichos acuerdos y el impacto positivo en los países y sus habitantes. En este sentido debemos admitir que el fruto de estos tratados no se ha visto reflejado de manera general para nuestra nación ni para la región.
El 29 de junio del año 2000 se firmaba el Tratado de Libre Comercio del triángulo norte, suscrito entre México, Honduras, El Salvador y Guatemala, posteriormente a este tratado, Guatemala ha suscrito los acuerdos con Taiwán, DR-CAFTA, Panamá y el acuerdo con República Dominicana, entre otros.
El espíritu que mueve estas negociaciones es el libre comercio de bienes y mercancías bajo reglas claras que se respeten por las naciones, aunque la realidad nos enseña que los intereses políticos en muchas ocasiones representa un obstáculo para alcanzar la libertad comercial.
En esta edición de la Revista Industria y Negocios hacemos un acercamiento al tema de estos tratados y reiteramos nuestra posición de que los mismos deben generar beneficios para los países que firman los acuerdos y no beneficiar exclusivamente a una de las partes. Es imperativo que como país y como región saquemos el mejor provecho de los acuerdos suscritos y que analicemos a conciencia cada uno de los instrumentos que están por venir.
Un dato muy importante para poder percibir los beneficios de cualquier Tratado o Acuerdo Comercial es que empecemos a “vernos como nos ven desde afuera” y no “a vernos como nos vemos en la actualidad”. Para el mundo exterior somos “una región”; sin embargo nosotros aún nos vemos como cinco países que estamos luchando por defender nuestros propios intereses y destacar nuestras pequeñas diferencias.
Tenemos un largo camino por recorrer, el cual debemos iniciar por darle la vuelta al espejo. Somos muy diferentes a lo que pensamos; somos una región que, a pesar de nuestros problemas políticos, culturales y sociales tenemos un gran potencial, pero debemos entender que ninguno de los países de la región es tan bueno en lo individual, como todos juntos luchando por la Integración Centroamericana.
Javier Zepeda
Director Ejecutivo
Cámara de Industria de Guatemala