Para poder entender de una forma más clara, lo crítico y delicado del estado de la economía y administración pública, tuvimos la oportunidad de platicar con el Ingeniero Jorge Lavarreda, Presidente de la Junta Directiva CIEN. Sus comentarios e información nos permiten conocer la realidad del gasto público y su administración, así como entender que esperar en un futuro cercano.
EN SU OPINIÓN, ¿CÓMO SE EXPLICA EL EXCESIVO DÉFICIT QUE TIENE ACTUALMENTE EL GOBIERNO?
Pues básicamente es una sobrestimación de los ingresos tributarios que fue aprobado en el proyecto de presupuesto del 2009 por dos vías, por un lado se incluyó dentro del proyecto de presupuesto un paquete de reformas tributarias de alrededor del Q 3,287 millones que implicaban recursos que no estaban disponibles si no se aprobaban esas reformas, que de hecho hasta la fecha no se han aprobado. Y por el otro lado, sus supuestos son demasiado optimistas en cuanto al desempeño de la economía y esto dio una diferencia importante sobre todo en la parte de hidrocarburos y las importaciones, que es donde más hemos visto la diferencia entre lo presupuestado y lo que efectivamente se está recaudando.
¿TIENE EL GOBIERNO OPCIONES PARA REDUCIR SU GASTO Y MANTENER EL DÉFICIT EN NIVELES MANEJABLES? ¿CUÁLES?
Sí tiene opciones. La ley orgánica del presupuesto de hecho manda que cuando haya una diferencia significativa entre lo que se está teniendo como ingresos efectivos respecto de lo que se tenía planificado se haga un ajuste por el lado del gasto, y de hecho el gobierno ya hizo uso de esta medida a través del acuerdo No. 132-2009 que es un apoyo para la austeridad y contención del gasto público. Básicamente fijó techos presupuestarios para el período que termina en agosto del año en curso.
POR OTRO LADO Y ANTE LAS CIRCUNSTANCIAS, ¿QUÉ PRIORIDADES ENFATIZARÍA EN LA EJECUCIÓN DEL GASTO PÚBLICO?
Las prioridades debieran ser aquellos programas que son más costo-efectivos, y por el otro lado que tenga mayor rentabilidad social, es decir básicamente es priorizar en aquellos programas y proyectos que tengan mayor impacto en beneficio de la población y que tengan resultados que la población espera. Mi recomendación sería focalizarse en algunas pocas metas medibles y que sean dadas a conocer públicamente, y obviamente que el manejo del gasto público sea con la mayor transparencia del caso, dadas estas circunstancias. Es fundamental dar resultados, yo no diría por sectores, sino fijar unas metas, por ejemplo en tema de seguridad, tasa de homicidios, victimización, etc., y lo mismo en el tema social, no simplemente ponerse metas en construcción de escuelas o realización de talleres, etc. Sino sobre todo resultados finales, es decir logros en cuanto a tasa de mortalidad materno-infantil, desnutrición, etc. Entonces, ¿Qué se pretende lograr? Mejor si son unas que alcancen con los dedos de la mano.
¿ES UNA OPCIÓN RAZONABLE AUMENTAR LA DEUDA Y LOS IMPUESTOS PARA JUSTIFICAR UN MAYOR GASTO PÚBLICO?
Depende. La deuda no debiera utilizarse para gastos permanentes, sino simplemente para algunos gastos de emergencia realmente, y el tema de aumento de impuestos, aumento en la carga tributaria se justifica en la medida que hagan acuerdos sociales en cuanto a gastos permanentes que sean políticas de estado.
Esto básicamente implica retomar los principios del pacto fiscal que es tener un acuerdo nacional en cuanto cuáles son objetivos del gastopúblico, qué recursos se requieren para lograr esos objetivos, y entonces en base a eso definir la estrategia de reestructuración del sistema tributario para poder garantizar el financiamiento de esos programas.