Las expectativas para el año 2009 nos indican que la recesión mundial va a continuar, que la tendencia continúa hacia el deterioro y que su efecto en la economía nacional va a ser más notorio todavía. Aún así, el crecimiento económico esperado sigue positivo, lo cual es alentador dadas las circunstancias globales. Este deterioro generalizado en la economía mundial se refleja en la caída de las importaciones, como resultado de la contracción en los mercados internos, y de las exportaciones. Asimismo, se puede esperar un deterioro del ingreso de divisas por remesas familiares, como consecuencia de la caída del mercado laboral en Estados Unidos. Todo esto, en conjunto, se reflejará en un menor consumo interno. Considerando este panorama, el Banco de Guatemala ha ajustado sus metas monetarias para el año 2009. Sobresale el caso de la inflación, la cual está siendo influenciada por la caída de los precios internacionales del petróleo y los granos básicos. Por su lado, las metas de crecimiento del crédito al sector privado y de la liquidez (emisión monetaria y medios de pago), en general, también muestran una corrección hacia la baja. Esto, como consecuencia de la contracción de liquidez mostrada en los mercados financieros y de la caída en la demanda en los mercados internos.