Por: Raúl Fernando Dacaret Román | Director de Global Business and Economics Universidad del Valle de Guatemala
En medio de un contexto global marcado por la volatilidad geopolítica, la presión inflacionaria y el ajuste monetario en economías avanzadas, el sistema financiero de Guatemala se presenta como un pilar de estabilidad. A marzo de 2025, la banca guatemalteca exhibe indicadores robustos que reflejan no solo su capacidad de adaptación, sino su papel clave como motor de crecimiento económico y confianza.
El sistema bancario representa el 94% de los activos del sistema financiero supervisado, lo que lo convierte en el actor central de la intermediación en el país. En el primer trimestre de 2025, los activos bancarios crecieron un 10.2% interanual, impulsados por el aumento de la cartera de créditos bruta (10.7%) y las inversiones netas (14.9%). Este dinamismo está respaldado por una estructura patrimonial sólida, una adecuada posición de liquidez (LCR de 287%) y una razonable calidad de cartera (mora de apenas 2.4%).
Además, la solvencia del sistema se mantiene en 14.8%, superando ampliamente el mínimo legal de 10% y el estándar internacional de 8%, lo cual demuestra prudencia regulatoria y disciplina institucional. A esto se suma un entorno macroeconómico favorable: el PIB del último trimestre de 2024 creció 4.5% interanual, con sectores como financiero y seguros creciendo a tasas de dos dígitos.
La inflación se mantiene bajo control (1.6%), por debajo del rango meta del Banco de Guatemala (4% ±1%), lo cual ha permitido sostener una tasa líder de 4.5% en equilibrio con la política monetaria internacional. Asimismo, el tipo de cambio continúa su leve apreciación iniciada en 2023, reforzando la confianza en el quetzal.
En términos de financiamiento, los depósitos bancarios en moneda nacional crecieron 9.7%, reflejando una mayor profundización financiera y preferencia por instrumentos locales. Los créditos a empresas crecieron un 10%, especialmente en actividades inmobiliarias, manufactureras y financieras, lo cual anticipa una expansión sostenida de sectores productivos clave.
En este panorama, es fundamental fortalecer también la formación técnica y estratégica en finanzas. El Laboratorio de Finanzas Avanzadas de la Universidad del Valle de Guatemala, ubicado en el Centro de Innovación y Tecnología (CIT), representa un paso decisivo en esa dirección. Desde allí, estudiantes y profesionales pueden desarrollar competencias analíticas con visión global, aplicables a los desafíos reales de los mercados.
La evidencia muestra que Guatemala no solo mantiene la estabilidad de su sistema financiero, sino que lo fortalece con fundamentos sólidos».
Frente a un entorno internacional desafiante, el país proyecta un mensaje claro: la estabilidad es posible cuando la regulación es prudente, el sistema bancario es solvente y la economía real responde con dinamismo.