Cada vez es más importante la participación femenina en los distintos equipos de trabajo, ya que mejora los resultados de las empresas y fomenta un crecimiento económico inclusivo.
En la actualidad es más común ver a mujeres ocupar espacios de liderazgo en el ámbito empresarial. Por su parte, en Cámara de Industria de Guatemala (CIG), el 66.67% de los colaboradores son mujeres, tomando en cuenta a las dos que forman parte de la junta directiva. Asimismo, en las juntas directivas de las gremiales adscritas a la institución, hay más de 58.
Distintas cifras demuestran que empoderar a las mujeres en la vida económica y en los sectores es clave para construir sociedades más justas y equitativas, mejorar la calidad de vida de las personas e impulsar los negocios. Es fundamental que todos los sectores sigan uniendo esfuerzos para trasladar buenas prácticas que faciliten el empoderamiento y la participación femenina en el ecosistema empresarial guatemalteco.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, rendimos tributo a cinco mujeres que se han desempeñado en distintos sectores de la industria; que han jugado un papel determinante en el sector empresarial, al promover nuevas ideas y el desarrollo continuo: y que, a través de sus ideas, innovación, disciplina y pasión por lo que hacen, se han enfrentado a los retos diarios de la industria, han marcado un precedente y han dejado huella.
Lisa González, desarrollo y perseverancia
Una mujer visionaria, crítica y segura de sí misma que promueve el liderazgo femenino.
Lisa González es diseñadora gráfica, egresada de Arizona State University EUA. Tiene un postgrado en Ilustración Comercial y Diseño Web que obtuvo en Barcelona, España, y un Master of Business Administration (MBA, por sus siglas en inglés) con especialización en Mercadeo de la Universidad Francisco Marroquín (UFM). Los conocimientos y experiencia que obtuvo mientras estudiaba, la motivaron a formar, hace 15 años, Lima Studio, una empresa dedicada a la imagen corporativa, empaque, diseños impresos y páginas web, entre otros.
Actualmente, es Gerente Comercial de Holland Orchids, empresa familiar que se dedica a la producción y comercialización de orquídeas como flor de corte. También participa en el Comité Operativo de Grupo El Tesoro, dando seguimiento a los proyectos y supervisando la planificación estratégica de los diferentes negocios de la empresa.
Cabe destacar que el negocio de orquídeas inició hace 35 años, el cual dio inicio a la exportación de aves del paraíso a los Estados Unidos y a otros países del mundo. “Buscando nuevos horizontes en una feria de flores en los Países Bajos, tuvimos la oportunidad de conocer a quienes ahora son nuestros socios: Jan y Wim Valstar. Cuentan con 25 años de experiencia produciendo cymbidium y con ellos formamos la empresa familiar”, explicó Lisa.
Dejemos los desacuerdos y diferencias de lado y apostémosle al liderazgo femenino empresarial”.
Con Holland Orquids, Lisa y su familia construyeron el primer invernadero de Centroamérica con alta tecnología 100% neerlandesa, automatizado y con clima controlado para producir tallos de primera calidad. Al año producen 140,000 tallos y, en la actualidad, están construyendo la tercera hectárea de invernadero. “Somos una empresa verde con energía renovable, conscientes del medio ambiente y responsabilidad social. El 65% de nuestra fuerza laboral está conformada por mujeres y nuestra calidad humana y trabajo ponen en alto el nombre de Guatemala”, agregó.
Lisa asegura que, como empresaria, los principales retos que ha tenido que afrontar son las barreras mentales y la discriminación. Por lo tanto, se ha enfocado en valorarse como mujer empresaria y así sentirse segura y capaz, con el propósito de cambiar las percepciones erróneas que existen. Además, indica que las empresas deben tomar acciones tales como incorporar un lenguaje neutro, estandarizar procesos para los empleados, fomentar la contratación de mujeres y procesar legalmente el acoso sexual.
“Mujeres, tengamos la seguridad en nosotras mismas, sintámonos en igualdad de condiciones y no dejemos de aprender nunca. Apoyémonos entre nosotras, ya que algunas veces somos las mejores enemigas dentro del mundo de los negocios. Dejemos los desacuerdos y diferencias de lado y apostémosle al liderazgo femenino empresarial”, puntualizó.
Diana De León, pasión y reinvención
Una mujer que trabaja y se esfuerza por continuar con el legado de su padre.
Diana De León es ingeniera industrial, egresada de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y posee una maestría en administración de empresas de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, carrera que, por su buen promedio, finalizó en Babson College de Estados Unidos, una escuela de negocios reconocida por su reputación en emprendimiento.
Su experiencia profesional inició desde que cursaba el tercer año de la universidad en la empresa de su familia: Electrotek, la cual se dedica a la comercialización de equipo de alta y media tensión, y a servicios de automatización y comunicaciones de subestaciones eléctricas y plantas generadoras de energía. Luego de obtener su título profesional, decidió adquirir experiencia y conocimientos en corporaciones multinacionales y nacionales, sin embargo, en 2021, regresó a dicha empresa, en la que actualmente ocupa el puesto de gerente administrativa.
“Lo que más me motiva es continuar con el legado que mi papá ha construido por 24 años, pues se trata de reinventar y honrar el pasado. Crecí visitando subestaciones, ahí fue donde aprendí a montar bicicleta, así que desde muy pequeña sabía que mi futuro estaría reflejado en este negocio”, indica De León. También asegura que el espíritu emprendedor se lo debe a su padre, quien le ha enseñado que las únicas barreras están en la mente.
En 2022, Diana participó en el programa INhatcher de Multiverse y Cámara de Industria de Guatemala (CIG), que busca acelerar emprendimientos mediante metodologías que incluyen talleres, mentorías y asesorías personalizadas, por medio del cual recibió evaluaciones y recomendaciones sobre su estrategia y plan de negocios. Cabe destacar que Electrotek es una de las empresas que forma parte de la Gremial de Eficiencia Energética (GEE), adscrita a CIG.
El liderazgo femenino mueve montañas”.
Uno de los mayores retos a los que De León se ha enfrentado a lo largo de su carrera, es que el sector de energía ha sido liderado principalmente por hombres. “Ellos poseen conocimientos técnicos mucho más especializados, pero el éxito no solo depende de tener esos conocimientos, sino de tener disciplina, orden, compromiso y responsabilidad. Actualmente es una mujer la que lidera las ventas de Electrotek y los compradores, en su mayoría hombres, confían en ella”, indica.
Uno de los mayores logros de Diana es que, a pesar de que su experiencia es en el área comercial, ha desarrollado las áreas financieras, tecnológicas y de mercadeo de su empresa, al lograr crecer en rentabilidad y al implementar el primer software de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés).
“El liderazgo femenino mueve montañas. Las mujeres tenemos un don para hacer que las cosas pasen y nuestra gentileza, forma de comunicar, empatía, cuidado en los detalles y orden hacen que todo lo que nos propongamos, por muy complicado que parezca, lo logremos. Mujeres, confíen en ustedes mismas y si se confunden, levántense, aprendan y vuelvan a intentarlo. Nuestras batallas determinan nuestro éxito”, concluyó De León.
Rosa Mutzus, esfuerzo y excelencia
Una mujer visionaria y apasionada por los productos cosméticos naturales.
Rosa Mutzus estudió la carrera de química biológica. Los conocimientos que adquirió fueron esenciales para su desarrollo profesional y para la creación de su propio negocio: RM Cosmética Natural, una empresa guatemalteca que elabora productos cosméticos y de higiene personal con ingredientes naturales, utilizando técnicas artesanales para preservar sus beneficiosas propiedades para la piel y el cabello.
Durante varios años, Rosa trabajó en la industria alimentaria y farmacéutica, vendiendo productos químicos para limpieza y desinfección, y asesorando en la implementación de programas de higiene, inocuidad y buenas prácticas de manufactura. Sin embargo, su inquietud por tener un negocio propio y su interés por llevar un estilo de vida saludable, la llevaron a fundar su empresa. Mutzus comenta que, en un viaje que realizó, descubrió los jabones naturales y artesanales, y le encantaron.
“Empecé a buscar esos productos en Guatemala y me di cuenta de que era un giro de negocio no desarrollado que me apasionaba”, indica. A finales de 2014, decidió dar el salto de asalariada a emprendedora, creando un negocio que refleja sus creencias, esfuerzo y excelencia. Cabe destacar que la empresa, además de jabones, desarrolla variedad de productos naturales para que las mujeres cuiden su piel y cabello, sin arriesgar su salud. Sus productos líderes son el desodorante natural en presentación barra y roll on, y los refiles para ambos.
Exhorto a las mujeres a que se preparen”.
“En un país en el que la tasa de fracaso de los emprendimientos es muy alta, el hecho de tener varios años en el mercado es un logro. Sobrevivimos la pandemia de COVID-19 y, a partir del año pasado, hemos experimentado nuevamente un buen crecimiento, basado en la implementación del marketing digital”, explica Mutzus.
Rosa, por medio de su empresa, en 2014 participó en uno de los programas insignia de CIG, Guatemala Emprende, el cual se creó en 2013 con el objetivo de apoyar y promover el emprendimiento y desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME). A decir de Rosa, haber participado en este programa, fue una de las mejores inversiones que hizo al iniciar su emprendimiento. “Me dio dirección y bases sólidas, sobre las cuales he ido construyendo mi empresa”, dijo.
“Exhorto a las mujeres a que se preparen. Por más cursos, talleres y programas que tomemos, nada nos hace infalibles al momento de enfrentar los retos de nuestros negocios, pero sí nos ayudan a planificar, generar nuevas ideas y buscas diferentes soluciones, ante situaciones difíciles”, finaliza Mutzus.
Carmen Álvarez, determinación y desarrollo
Una mujer que sirve a su comunidad y que ha luchado por lograr sus sueños.
Carmen Álvarez, originaria de San Francisco El Alto, Totonicapán, Guatemala, es licenciada en psicología clínica. Aunque ha laborado como maestra de educación primaria rural y en el sector financiero, en 2010, formalizó su propia empresa: Auténtika Company, hoy Auténtika, S.A., que se dedica a la compra y venta de ropa y a la confección de uniformes empresariales escolares, médicos, deportivos y para restaurantes.
“Me encanta ayudar a las personas, oficio que hago sin interés económico como servicio a mi comunidad. Mis padres, quienes han sido mi ejemplo, siempre han sido emprendedores y fabricantes de prendas de vestir, por lo que ya llevamos en la sangre la pasión por esta industria. Además, mi pueblo es un lugar comercial, es por ello que desde niña quise tener un negocio propio y comencé con emprendimientos pequeños en el colegio”, explica Álvarez.
En 2015, Carmen tomó talleres de emprendimiento en la Red Global de Empresarios Indígenas (REI), un movimiento empresarial de base e identidad comunitaria e indígena que busca atraer inversión y generar oportunidades que permitan satisfacer las necesidades básicas de desarrollo en familias y comunidades. En 2020 se convirtió en facilitadora de la REI en el occidente del país y en el enlace local de su municipio.
Cabe destacar que, en 2021, Cámara de Industria de Guatemala (CIG) y la REI se aliaron con el objetivo de fortalecer sus negocios y apoyarlos a generar más oportunidades de empleo. CIG también se ha enfocado en ampliar la base de capacitaciones a nivel nacional de la Escuela Maya de Negocios de la REI, dirigida a mujeres y jóvenes con visión empresarial.
La vida es bella y alcanzar el éxito implica ser felices en el camino”.
“La competencia ha sido uno de los mayores retos que he tenido, ya que en mi pueblo existen otras personas que bajan el precio de los productos y se conforman con ganar centavos por prenda. Eso, sin duda alguna, ha sido un reto grande para mí”, indica Álvarez. Por su parte, uno de sus mayores logros al momento ha sido ser proveedora de empresas de renombre a nivel nacional.
Respecto al balance entre la vida profesional y personal, Carmen asegura que la clave es la organización, puesto que planificar y desarrollar las actividades con orden y método, ayuda a no descuidar la vida personal, familiar y social.
“Invito a todas las mujeres a que no pierdan la fe que va acompañada de acciones, que sigan esforzándose, que sean estratégicas, que pierdan el miedo de luchar por sus sueños, que sus proyectos se los presenten a Dios y que, en el proceso de alcanzar el éxito, no se olviden de que también es necesario fijarse en el prójimo. La vida es bella y alcanzar el éxito implica ser felices en el camino, por lo que debemos disfrutar el proceso y ver con ojos nuevos lo cotidiano”, puntualiza Álvarez.
Mirza Chihuil, perseverancia y trabajo constante
Una mujer emprendedora que se dedica a la panificación industrial.
Mirza, quien es madre soltera de tres hijos, se graduó de bachillerato en ciencias de la comunicación y realizó sus prácticas profesionales en una radio nacional. Sin embargo, por el ejemplo que desde pequeña tuvo de sus padres, quienes son panaderos y reposteros, se inclinó por el mundo de la comida, una de sus otras pasiones.
Desde temprana edad, comenzó a trabajar con sus padres en el negocio. “Desde niña, mi madre mostró un espíritu emprendedor, por lo que yo vi la oportunidad de iniciar algo propio, gracias al apoyo que ella me ha brindado. Es así como iniciamos una historia de negocio, conformado por la familia y más empleados que se han ido sumando”, comentó Chihuil
Actualmente, la panadería y pastelería La Valenciana, posee una línea de pan industrial, a través de la cual le distribuyen pan para hamburguesa y pan pirujo para parrilladas, a restaurantes y a clientes institucionales a nivel nacional. Asimismo, realizan pasteles para toda ocasión que, en su mayoría, venden en la comunidad en la que se sitúan: Aldea Lo De Mejía, San Juan Sacatepéquez, Guatemala.
En 2022, Mirza y su madre iniciaron otro negocio de comida: Tortiharinas Hosanna, por medio del cual ofrecen tortillas de harina artesanales para todos los gustos. Con este establecimiento, han generado empleo y le han brindado la oportunidad de estudiar y de desarrollarse a jóvenes de su comunidad.
Somos muy capaces de lograr todo lo que nos propongamos y más”.
“El negocio se ha mantenido y ha crecido, pues ya tenemos dos sucursales, lo que ha duplicado nuestras ventas. Hemos tenido buena aceptación. Nuestros clientes nos ven como ícono y nos relacionan con el buen sabor, puesto que realizamos pan industrial, pan artesanal, pasteles y comida”, indica Chihuil.
Cabe destacar que, en 2021, La Valenciana fue una de las panaderías y reposterías ganadoras de “Mi Panadería Crece”, que tiene el propósito de apoyar a panaderos y reposteros guatemaltecos para que generen innovación, que fortalezcan su negocio y que desarrollen un plan de crecimiento. El mismo es impulsado por uno de los programas insignia de Cámara de Industria de Guatemala (CIG), Guatemala Emprende, el cual se creó en 2013 con el objetivo de apoyar y promover el emprendimiento y desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME).
“A las mujeres, normalmente nos consideran incapaces de realizar ciertas tareas, pero no es así, somos muy capaces de lograr todo lo que nos propongamos y más. Animo a las mujeres guatemaltecas a que sean persistentes y a que busquen a Dios porque es justo y recompensa”, concluye Chihuil.
Por: María Fernanda Roca | Coordinadora de Contenido Editorial de Cámara de Industria Guatemala (CIG)